Adriana Verde: "Después de que me ganase Monika, quería enfrentarme a ella otra vez: ya sabía cómo ganarle"

Soria

La deportista soriana Adriana Verde se ha proclamado campeona de Europa en el Campeonato de Europa Junior y Cadete de Kickboxing celebrado en Jesolo, Venecia, Italia.

​Su camino hacia el oro en la modalidad de kick-light fue impecable aunque no fácil. Adriana se fue abriendo paso hasta la lucha por el oro: pasó de ronda en octavos frente a la representante de Grecia, derrotó en cuartos a la británica Emily Pierce, y, en una semifinal de infarto, se impuso a la búlgara Kalina Spirova.

En la gran final, en un combate con tintes de revancha, Adriana se impuso a la búlgara Monika Stoyonova, cuarta en el ranking mundial, la misma rival que la había derrotado en la primera ronda en la modalidad de light-contact en el mismo torneo. Fue un final de infarto en la que, en el primer asalto, Adriana iba perdiendo por varios puntos. Sin embargo, logró remontar gracias a su talento y excelente preparación física.

Con esta victoria, Adriana Verde no sólo se ha ganado el título de campeona continental (que se suma al oro nacional en ambas modalidades logrado este año), sino que también ha puesto en el mapa el esfuerzo y la dedicación del Club Kickboxing Soria, confirmándolo como una cantera de grandes campeones.

Padre e hija, felices

Este martes, en SER Deportivos Soria, han sido protagonistas tanto Adriana como Alfredo, su padre y entrenador. Éste último, en ese doble rol, también se ha hecho acreedor de ese título europeo, muy peleado por parte de ambos.

Alfredo, en esa doble vertiente, reconocía haber sufrido y disfrutado durante la semana de la competición, aunque este martes ya había recuperado "la voz que perdí en el torneo, porque grité muchísimo, más como padre que como entrenador", reconocía, "en un lugar de mucho ruido, unos 8 tatamis y dos rings, mucha gente... No sé si Adriana podía oírme desde abajo. Las indicaciones se las daba el entrenador de la Selección".

Para él, "ha sido una experiencia fantástica, con la selección española, que nos ha acogido muy bien", y con semejante desenlace, aún más. "El momento del podio, con la medalla, el himno... Fue muy emocionante, confiesa. La propia campeona, asegura que también fue un momento "muy bonito y emocionante" y que tanto su hermana Paula, también kicboxer, como los abuelos "no se perdieron ningún combate y me daban muchos ánimos desde casa".

A sus 15 años, es 'cadete-mayor' y vivía su primera experiencia internacional. Y no empezó bien la cosa, con la derrota en la ronda de octavos de final de light-contact, cayendo eliminada ante Monika Stoyonva "que está situada muy arriba en el ránking nacional, mientras que, claro, Adriana ni aparece en ese ránking", apunta Alfredo.

Pero Adriana demostró mucha entereza. "Desde que terminó el combate, me dijo que ojalá se volvieran a ver en la final de kick-ligt", asegura el orgulloso padre. Y es que Adriana lo tenía claro: "Según me ganó, esperaba volver a luchar contra ella, porque ya sabía cómo ganarle". Podría sonar a fanfarronada, pero no. La táctica era clara. "Monika va muy bien con las piernas y las patadas, así que tenía que vigilar su pierna adelanta y tratar de golpear con los puños, a poca distancia para impedir que diera patadas. Es algo que ya había ensayado durante el año con Dani Crovetto -su otro entrenador- y así lo hice".

Y evidentemente, salió bien, muy bien, aunque no empezó el combate ganando. "No, empecé perdiendo por varios puntos, pero logré terminar el primer asalto sólo un por delante, que es casi como ir empatadas. En el segundo, lo hice mejor, y gané". Así de 'sencillo', para ser campeona de Europa, que suena muy muy bien.