Bomberos y agentes forestales de España alzan la voz por un Pacto de Estado contra incendios: "los políticos no nos merecen"

"La dignificación pasa por un operativo estable y público todo el año". Con esa premisa, varios miles de bomberos y agentes medioambientales llegados de toda España (5.000 según los convocantes cifra que la subdelegación del gobierno descendía a los 2.000) se han manifestado por las calles de Valladolid en una concentración que ha partido de la Delegación del Gobierno y ha concluido en la sede de las Cortes.

Las centrales sindicales que aprovecharon esta concentración para hacer público un manifiesto en el que evidenciaron la “precariedad” en la lucha contra los incendios forestales, exigieron un servicio público y de gestión directa para la prevención y extinción de incendios forestales, con recursos humanos y materiales suficientes. “Los incendios forestales son una de las mayores catástrofes socioambientales de nuestro tiempo. Cada verano se repite la tragedia: vidas humanas perdidas, pueblos evacuados, familias que se quedan sin nada, ecosistemas destruidos y miles de hectáreas arrasadas”, denunciaron.

Todo tras un verano negro, con 9 víctimas mortales, dos de ellas en Castilla y León. Ahora, con el fin del calor, temen que todo vuelva a olvidarse. Por ello vuelven a reclamar un operativo activo todo el año, íntegramente público y no subrrogado en algunos casos a empresas privadas como sucede en esta comunidad, con más de 30 empresas gestionando el servicio. Algo que se tiene que hacer, aseguran, cuanto antes: "Los políticos de toda España y Castilla y León no se merecen un operativo como el que tienen, con esta profesionalidad, para que llegue octubre y nos den la patada en el culo" relataba Francisco Comuñas de UGT.

Para los colectivos sindicales, "los incendios forestales no solo se apagan en verano: la lucha se libra durante todo el año y exige voluntad política, recursos suficientes y dignificación de quienes arriesgan su vida en primera línea”, por ello han ofrecido como posibles alternativas la creación de quemas controladas en inverno que servirían de "vacuna" para evitar la expansión de maleza y combustible que luego pueda ser susceptible de arder.

Además, recordaron la “precariedad laboral” de los colectivos de bomberos y agentes forestales y medioambientales con platillas desorganizadas, sin un reconocimiento profesional, con una temporalidad de hasta un 60 por ciento en algunos territorios como Castilla y León.

Por su parte, el coordinador estatal de agentes forestales y medioambientales de CCOO, Jorge Nieto, remarcó que el dispositivo de prevención y extinción de incendios forestales de Castilla León es “uno de los peores implementados a nivel nacional", donde los políticos autonómicos “están poniendo soluciones encima de la mesa que ya había”, por lo que consideró que “se pone otro parche a un nuevo parche”.

Peticiones al gobierno central

También aprovecharon la protesta para reclamar al gobierno central que se ponga en marcha cuanto antes la categoría profesional unificada y que los coeficientes reductores a los agentes medioambientales se apliquen a la mayor brevedad: "También necesitamos ir en grupos de al menos dos personas a los montes para asegurar nuestro propio trabajo", destacaron.

Lamentan que desde la Junta y la Consejería de Medio Ambiente “se hable con cualquier estamento” y con organizaciones “distintas a los sectores de incendios”, quien criticó que “no hayan sido capaces de preguntar nada a los que realmente nos involucramos en ello y creemos que no es la vía”. “Nos alarma realmente las soluciones que están tomando, porque si no cuentan con esta gente, no van a poder avanzar como dispositivo”, reconoció.

“Las plantillas no están dimensionadas, sin formación continua, sin estabilidad y con sueldos muy precarios”, aseguraron desde ambos sindicatos para denunciar también el desmantelamiento de los servicios públicos y la pérdida de más de 4.000 plazas de agentes forestales y medioambientales en las últimas décadas.

Por último, consideraron que no existe una estrategia común que coordine la acción de las comunidades autónomas y el Estado frente a un problema que afecta a todo el país para evitar la desconexión entre los distintos operativos que intervienen, consiguiendo de este modo minimizar los riesgos de que los incendios penetren en zonas urbanas. Un abandono del medio rural que aumenta la vulnerabilidad y sirve, a su juicio, de caldo de cultivo perfecto para la expansión de incendios como los vividos este año.