Sin periodismo no hay democracia

Palencia

Los periodistas llevamos a gala la máxima de que sin periodismo no hay democracia y lo cierto es que el poder político sabe de la importancia de los medios de comunicación como generadores de opinión.

Por eso, lo que está sucediendo en Estados Unidos es de una gravedad extrema. La pasada semana se anunciaba la cancelación del programa de Jimmy Kimmel, una de las estrellas de la televisión americana, tras criticar a su presidente. La cancelación ha sido temporal; pero otros no han tenido tanta suerte, la CBS eliminará el próximo verano un programa que lleva tres décadas en antena por ser crítico con Trump.

Lo de Kimmel ha sido un avisto a navegantes, mientras se señala a más presentadores. Estas decisiones buscan acabar con las voces disidentes con la administración estadounidense y, por tanto, censurar lo que no sea complaciente con Trump. Una democracia, ejemplo a seguir para muchos, que está resquebrajándose al impedir uno de los principios más básicos de este sistema, la libertad de expresión.

Esto no se circunscribe solo a Estados Unidos. En España, partidos de la oposición ya han deslizado comentarios sobre algunos de los periodistas y presentadores de TVE y les han ido enseñando la puerta de salida a profesionales de la talla de Silvia Intxaurrondo o Jesús Cintora para cuando haya nuevos inquilinos en la Moncloa.