Al límite de tiempo para implantar Medicina en la Universidad de Burgos en 2026

Burgos

La consejera de Educación de la Junta, Rocío Lucas, ha anunciado la próxima licitación de las primeras obras para dotar el futuro Grado de Medicina de la Universidad de Burgos, que dispone ya de una partida de 3 millones de euros para llegar a empezar las clases en setiembre de 2026.

El rector, José Miguel García, ha explicado que la Memoria del nuevo título está ya lista para su aprobación y está en redacción el proyecto de adaptación de espacios en el hospital Divino Valles para la implantación de las dependencias del grado de Medicina. En particular, laboratorios, y concretamente, el de Anatomía, cuyas obras habrá que licitar con urgencia.

El rector admite que los plazos son muy ajustados y están al límite de tiempo para llegar con todo preparado a la fecha comprometida.

La consejera de Educación ha asistido a la apertura oficial del curso en la UBU, destacando el dinamismo e innovación que caracterizan a este joven campus, que ha superado los 10.000 alumnos, más de 3.400 de nuevo ingreso en grados y másteres.

Rocío Lucas ha elogiado el nivel puntero de la Universidad de Burgos en materia de investigación y ha informado de la convocatoria publicada hoy para incorporar 24 nuevos técnicos investigadores.

En su discurso, en el acto de apertura del curso académico 25-26, José Miguel García ha defendido el valor de la educación pública y ha reclamado a la Junta más recursos.

“Más plazas, mejor financiación basal y criterios de evaluación generales y que ponderen la igualdad de oportunidades y el impacto social” son los elementos que el rector ha señalado como indispensables para garantizar la calidad del sistema educativo universitario.

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García ha abogado por reorientar “la obsesión por los rankings” y huir de un sistema elitista, “donde los estudiantes se dividen en categorías” y con “notas de acceso tan altas que condicionan vocaciones y empujan a muchos hacia la oferta privada”, a causa de una “financiación claramente insuficiente”.

De este modo, ha subrayado la necesidad de apostar por una universidad pública, que sea “ascensor social y garante de igualdad de oportunidades”, y también ha señalado las dificultades que provocan las pruebas de acceso a la universidad, que obligan a los estudiantes a dedicar un año entero a su preparación, un tiempo que ha calificado de “innecesario con los sencillos mecanismos de normalización de resultados”.