Cerca de un millar de zamoranos reclaman en Madrid la recuperación de los AVE suprimidos en junio

Cerca de mil zamoranos se han concentrado este mediodía frente a la sede de Renfe en Madrid para mostrar su rechazo por la reducción de paradas del tren de alta velocidad en Sanabria y pedir el restablecimiento de las suprimidas el pasado 9 de junio en la estación de Otero.

Concentración convocada por la Alianza UPA COAG que recuerda que el recorte de servicios ferroviarios dificulta los desplazamientos de los habitantes de la zona, precariza otros servicios públicos en la comarca, será un freno para el turismo en Sanabria y en definitiva supone una dificultad añadida a la permanencia de la población en los pueblos de la zona.

José Manuel Soto, responsable de la COAG, se dirigió al Ministro de Transportes, Oscar Puente, que hace unas semanas afirmó que la alta velocidad no es un elemento vertebrador de la España vaciada y negó cualquier posibilidad de recuperar los trenes suprimidos: “La soberbia se cuelga a la puerta y hay que mirar por el bien de todos. Vamos a seguir peleando duro pero hay que hacer las cosas con tranquilidad y responsabilidad y al señor Puente se la vamos a montar cuando menos se los piense. Ojala le hiciéramos entrar en razón pero nos da la impresión de que no, que van a seguir echándonos un pulso, pero vamos a continuar y no vamos a agachar la cabeza”.

Los manifestantes clamaron por la recuperación de las frecuencias suprimidas ante la sede de Renfe, junto a la estación de Atocha, a dónde habían llegado, la mayoría en los autocares fletados por la Diputación desde distintos puntos de la provincia.

La voz de la provincia llego también este sábado a Madrid en otra manifestación, la de las plataformas stop biogás que han protestado ante el MITECO por la proliferación de proyectos en el medio rural y el sacrificio de las zonas rurales para favorecer el desarrollo de esta industria que, insisten, es contaminante y perjudica la salud. Airea Stop biogás Zamora un informe de científicos del CSIC que concluye en el impacto de los gases, y del peligro de las aguas que vierten las plantas y los residuos sólidos o digestatos que las contaminan.