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Crisis socioecológica: una transición justa sin dejar a nadie atrás

Desde UGT Castilla y León han analizado los impactos del contexto actual en los empleos y los trabajadores

UGT Castilla y León analiza los impactos del contexto actual en los empleos y los trabajadores

UGT Castilla y León analiza los impactos del contexto actual en los empleos y los trabajadores

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Valladolid

El calentamiento global avanza a gran velocidad y uno de los retos a los que nos enfrentamos es a hacer una transición justa. Para conseguirlo, el diálogo social y la importancia de luchar por los derechos laborales, es fundamental para no dejar a nadie atrás. De esto se ha hablado en A vivir que son dos días Castilla y León con Antonia Isabel Guerrero, vicesecretaria general de Políticas Públicas de UGT Castilla y León.

PREGUNTA: El cambio climático es una realidad. ¿Cuáles son los impactos en este contexto actual de crisis socioecológica?

RESPUESTA: El calentamiento global avanza a gran velocidad, impulsado por la emisión de gases de efecto invernadero y la alteración de los usos del suelo, y sus impactos se manifiestan con fenómenos meteorológicos cada vez más extremos −olas de calor más intensas, tormentas más virulentas o incendios forestales más voraces−, que impactan directamente en los sistemas naturales con una menor disponibilidad de agua, una mayor erosión y desertización del suelo o el incremento de la pérdida de biodiversidad, pero también suponen una amenaza para los sectores económicos, el empleo e incluso nuestra propia salud.

Sin embargo, el cambio climático es solo una de las manifestaciones de una crisis más amplia y profunda: la crisis socioecológica. Esta crisis pone de relieve los límites biofísicos del planeta, que han sido sistemáticamente ignorados por un modelo de crecimiento económico basado en la sobreexplotación de recursos naturales, la externalización de los costes ambientales y la profundización de las desigualdades sociales. Frente a este escenario, el concepto de transición ecológica ha ido ganando protagonismo en las agendas políticas, económicas y sociales, una respuesta planteada por la UGT de Castilla y León como necesaria, pero que tiene que observarse prestando una atención preferente a sus contradicciones, porque no basta con que esta transición sea “verde” o “sostenible”: si no se aborda desde la justicia social, corre el riesgo de generar nuevos desequilibrios, ampliar las desigualdades y dejar atrás a los territorios y colectivos más vulnerables.

P: ¿Cómo se puede hacer una transición ecológica justa? Aquí el diálogo social es clave, ¿no?

R: La transición ecológica busca, efectivamente, corregir ese rumbo hacia sociedades cada vez más vulnerables y empobrecidas, apostando por la energía renovable, la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la descarbonización o la economía circular en todos los sectores productivos. Pero, teniendo en cuenta la íntima relación entre las actividades económicas y los estilos de vida, la transición ecológica debe considerar que solo implantando tecnologías y cambiando los procesos de producción no se conseguirá una transición justa, debemos también transformar los patrones de consumo y los modos de vida, restaurar la diversidad biológica en nuestros pueblos y ciudades, trabajar por el reto demográfico y promover una mejor salud pública.

Desde UGT Castilla y León defendemos que la transición ecológica es un camino irrenunciable que puede permitir compatibilizar los objetivos ambientales con la equidad social y la creación de empleo verde y decente, pero que también puede generar desigualdades si no se gestiona con criterios de justicia y equidad. No pueden pagarla las personas trabajadoras, ni los colectivos ni territorios más vulnerables, no se puede dejar a nadie atrás. Por eso, no podemos permitir que el cierre de ciertas actividades empresariales o los cambios productivos se traduzcan en más desempleo, precariedad o despoblación rural, pero tampoco que el despliegue desmedido de ciertos proyectos suponga la creación de territorios de sacrificio.

Desde el sindicalismo, esta transición no puede entenderse sin la participación activa de las personas trabajadoras, tanto en los procesos de transformación productiva como en las decisiones estratégicas que afectan a sus vidas y territorios.

Partiendo de esta consideración, UGT Castilla y León como sindicato más representativo y en el marco de nuestra responsabilidad en el Diálogo Social ha suscrito el III Acuerdo de Transición Justa 2024-2026, una herramienta clave para avanzar en esta dirección pues incorpora medidas orientadas al fomento de una economía y una sociedad más resilientes ante los riesgos climáticos, al apoyo a la economía circular especialmente en la prevención de residuos, pero también a la promoción de actitudes y valores de respeto al medio ambiente en los centros de trabajo y en las empresas, haciendo hincapié en la mejora de la gestión del agua, de los residuos, de la movilidad, o fomentando la creación de empleo verde y decente.

El diálogo social pretende convertirse en este contexto de transición acelerada en un espacio de concertación institucional que pretende ser garantía de justicia, equilibrio territorial y cohesión social, pero e también la forma de intentar asegurar que esta transición no esté dirigida exclusivamente por intereses económicos, y no deje atrás a las personas o comunidades más vulnerables.

P: Y desde UGT Castilla y León, ¿qué propuestas lanzáis? ¿Qué se debe hacer?

R: Algunas de las propuestas que reivindicamos desde nuestra Organización en materia de transición ecológica justa son:

• La elaboración y establecimiento de una Ley autonómica de lucha contra el cambio climático y por una transición ecológica justa. Debemos reducir nuestra vulnerabilidad ante los riesgos climáticos, convertirnos en una sociedad resiliente con capacidad de proteger y adaptar sectores clave como la agricultura o el turismo, y en todo caso todos aquellos asociados a la biodiversidad y los espacios naturales, los recursos hídricos, forestales y energéticos, pero, sobre todo, nuestra salud y la de nuestros ecosistemas.

• La adopción de políticas, planes y programas por parte de los gobiernos locales en materia de adaptación al cambio climático y de conservación y fomento de la biodiversidad, la protección del medio hídrico, la restauración de espacios naturales degradados, la mejora de la conectividad ecológica y la salvaguardia de los ecosistemas. En este sentido, el gobierno autonómico debe apoyar enfocando la vinculación recíproca entre desarrollo rural y conservación de la biodiversidad, con propuestas que contribuyan a la integración efectiva y sostenible del progreso socioeconómico en las zonas rurales y la protección la naturaleza.

• La necesidad de fomentar actividades económicas que generen empleos verdes y decentes en detrimento de aquellas que conducen al agotamiento de los recursos naturales y a la crisis climática, especialmente en el ámbito de la economía circular y la conservación de la biodiversidad.

• La promoción de los planes de movilidad para empresas y polígonos industriales, con la participación de los Ayuntamientos, empresas y representantes de las personas trabajadoras.

• El fomento de la cultura de la negociación colectiva verde a través de la información y de la formación laboral, y la inclusión de cláusulas medioambientales en los convenios colectivos que desarrollen la figura del delegado/a medioambiental.

Desde el Área de Medio Ambiente de UGT Castilla y León se trabaja para sindicalizar la transición ecológica, es decir, para colocar en el centro de este proceso los derechos, las necesidades y las propuestas de las personas trabajadoras.

Esta labor se concreta en múltiples acciones, tanto en el plano interno como externo. Internamente, se impulsa la formación ambiental de delegados y delegadas sindicales, se promueve la inclusión de cláusulas medioambientales en los convenios colectivos y se defiende la figura del delegado o delegada de medio ambiente en las empresas. Se asesora a las federaciones sectoriales y uniones provinciales en la incorporación de la dimensión ecológica a la acción sindical cotidiana.

Hacia el exterior, el Área de Medio Ambiente realiza campañas de sensibilización, participa en foros sociales y técnicos, genera materiales divulgativos para informar a la ciudadanía y a la militancia y ofrece herramientas de información, como el sitio web www.medioambiente.ugtcyl.es, que os invitamos a visitar.

En definitiva, el cambio de modelo productivo no puede hacerse a costa de los derechos laborales ni de las condiciones de vida de la clase trabajadora. Necesitamos políticas industriales y laborales que combinen protección ambiental, justicia social y empleo de calidad. El sindicalismo debe ser actor protagonista en la transición hacia un modelo económico sostenible, resiliente y justo, arraigado en el trabajo decente y en el respeto a los límites biofísicos, porque como solemos decir: no hay empleo en un planeta muerto.

UGT/JUNTA CYL

UGT/JUNTA CYL

 

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