¿Estás perdiendo audición? No abordarlo a tiempo puede provocar daños irreversibles

Aranda de Duero

A veces no nos damos cuenta, pero empezamos a subir el volumen de la televisión, pedimos que nos repitan las cosas más de una vez o evitamos conversaciones en lugares ruidosos. Todos estos son signos de que nuestra audición podría estar fallando, y lo peor es que muchas personas lo dejan pasar. Para hablar sobre la importancia de cuidar el oído, nos citamos con Óscar Fuentenebro, especialista en salud auditiva de Óptica Pro Delta.

“Las personas que no recurren a dispositivos como los audífonos se pierden mucha vida social de su entorno. Hoy en día los audífonos son inapreciables y dan mucha calidad de vida”, nos comenta Óscar. Y tiene razón. A veces el rechazo a usar audífonos viene por prejuicios del pasado, cuando eran grandes y molestos. Pero hoy en día, la tecnología ha avanzado muchísimo: hay modelos discretos, cómodos y muy eficaces.

"No rectificar el volumen del sonido produce deterioro"

Otro tema que Óscar Fuentenebro señala es el volumen al que muchas personas escuchan la televisión o la radio. Puede parecer una tontería, pero no lo es. “Hay personas que escuchan la radio o la televisión a un volumen muy alto que tampoco les beneficia, ni a ellos, ni a las personas con las que conviven, cuando es algo que se puede corregir. El hecho de no rectificarlo produce un deterioro”, advierte.

Cuidar el oído es tan importante como cuidar la vista. Y dejar pasar el tiempo solo empeora la situación. “La vista y el oído son sentidos fundamentales y no cuidarlos genera un deterioro que podemos evitar. Si se deja pasar demasiado tiempo, los daños ya pueden ser irreversibles”, dice Óscar Fuentenebro.

Revisiones rápidas que marcan la diferencia

Lo mejor de todo es que hay pruebas rápidas y sencillas que permiten detectar si estamos empezando a perder audición. Una de las más útiles es la logodiometría, que no solo mide si oímos los sonidos, sino si los entendemos correctamente.

“Hay pruebas que nos dan información para determinar la calidad auditiva de cualquier persona. Solo hay que dedicar tiempo, y hay pruebas que son fundamentales. Una es una logodiometría, para saber si hay entendimiento de las palabras, no solo la capacidad de escuchar sonidos”, explica.

No hace falta esperar a no oír nada para empezar a hacerse chequeos. Prestar atención a las señales, hacerse revisiones y, si hace falta, usar audífonos, puede mejorar muchísimo nuestra calidad de vida. Y, como dice Óscar Fuentenebro, nos devuelve algo tan importante como las relaciones sociales, las charlas en familia o el simple placer de escuchar bien una canción o una película.