La afición desplazada a Tenerife denuncia el trato recibido por una parte de la afición isleña
También recalcan el trato cordial y respetuoso recibido fuera de las gradas


La afición del Zamora CF se desplazó a Tenerife a donde no se organizó ningún desplazamiento pero si que una treintena de rojiblancos, junto a desplazados canarios, se acercaron al Heliodoro Rodríguez López. La Peña Siempre Amanece AV4 ha emitido un comunicado explicando, desde su punto de vista, lo sucedido en Tenerife:
Desde nuestra afición queremos manifestar nuestra profunda indignación y malestar por el trato recibido por parte de algunos seguidores del CD Tenerife hacia nuestros aficionados desplazados a la isla.
Durante el encuentro se produjeron numerosos episodios lamentables, entre ellos insultos, injurias e incluso escupitajos. Lo vivido por las personas que han viajado para acompañar y animar a su equipo ha sido, sin duda, uno de los peores tratos sufridos en los últimos años.
Resulta especialmente doloroso señalar que hubo niños que sintieron miedo incluso para acercarse al bar del estadio, por temor a encontrarse con aficionados locales. Entre los insultos escuchados se encontraban expresiones como “drogadictos”, “zampones” o “godos”, término empleado de manera despectiva hacia los peninsulares.
A medida que avanzaba el partido, la situación fue deteriorándose. Aunque se trató de una minoría, ciertos comportamientos intimidatorios se repitieron cada vez que nuestros jóvenes seguidores gritaban “¡Viva Zamora!”, recibiendo burlas y abucheos que obligaron a los adultos a acompañarles para que pudieran animar con tranquilidad a su equipo.
También queremos reconocer que muchas otras personas del entorno local se desentendieron de estos hechos, e incluso algunas se disculparon a la salida del estadio por comportamientos que no habían protagonizado.
Cabe destacar, asimismo, el trato cordial y respetuoso recibido fuera de las gradas, por parte de ciudadanos que, sin tener responsabilidad alguna, intentaron aliviar el malestar y mostraron cercanía y empatía hacia nuestros aficionados.
Consideramos que este tipo de comportamientos empañan el espíritu del fútbol y dañan la ilusión de una afición familiar. En nuestras filas se encontraban madres, padres, hijos e hijas, así como abuelos y abuelas, que en ningún caso merecían el trato recibido.
Por último, lamentamos profundamente los cánticos ofensivos como “¡Puta Zamora!”, coreados de forma multitudinaria, y ante los cuales nuestra afición solo pudo responder con aplausos y una visible decepción.
Reiteramos nuestro compromiso con un fútbol respetuoso, integrador y familiar, en el que prime la deportividad por encima de cualquier rivalidad




