Quintanilla de Onésimo viaja al Medievo y celebra la vendimia
Celebra conjuntamente el mercado medieval y la fiesta de la vendimia los próximos 11 y 12 de octubre
Quintanilla de Onésimo viaja al Medievo y celebra la vendimia
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Quintanilla de Onésimo
Quintanilla de Onésimo se prepara para un fin de semana de tradición y fiesta con la celebración conjunta del Mercado Medieval y la Fiesta de la Vendimia los próximos 11 y 12 de octubre. La villa se vestirá de época para ofrecer a vecinos y visitantes un vibrante Mercado Medieval que transformará la zona de la Plaza Mayor y sus alrededores.
Durante dos días, la localidad se sumergirá en un fascinante regreso al medievo, ofreciendo un amplio programa de actividades diseñado para el disfrute de toda la familia.
Un Retorno a los Antiguos Oficios y Espectáculos
Los asistentes podrán explorar diversos talleres demostrativos y participativos, incluyendo alfarería, cantería, bolillos, crochet o flores preservadas, entre otros, que mostrarán la destreza de antiguos oficios.
El ambiente festivo se completará con animación de calle constante, espectáculos de cetrería y una granja con animales, donde los más pequeños tendrán la posibilidad de experimentar la monta de algunos de ellos.
La Gran Cena Medieval
Una de las citas más destacadas tendrá lugar la noche del sábado 11 de octubre con la celebración de la Cena Medieval. Se espera la participación de más de 150 comensales en un convite que trasladará a los asistentes a un auténtico banquete de época, creando una atmósfera inolvidable en el corazón de la villa.
El Cénit: La Tradicional Pisada de la Uva
El acto central que honra la tradición vinícola se celebrará el domingo 12 de octubre a las 13:30 horas: la tradicional pisada de la uva. Tras escuchar el emotivo pregón de la vendimia, serán cuatro pequeños quintanilleros quienes, con entusiasmo, se encargarán de realizar la ancestral actividad.
Este simbólico evento culminará con la degustación del rico mosto recién extraído, acompañado por pastas artesanas locales, ofreciendo un sabor auténtico de la Ribera del Duero y un broche de oro a la celebración.
