La gripe aviar impacta en el precio de los huevos y lastra durante meses a los productores

Los seis focos de gripe aviar detectados en la provincia de Valladolid, en concreto en Olmedo, están lastrando a los productores del sector que tardarán, como mínimo, medio año en comenzar a reponerse de esta situación.

De los 50 millones de gallinas ponedoras existentes en España, dos millones y medio se han tenido que sacrificar en apenas mes y medio. Y de ellas, dos millones están en la provincia vallisoletana.

Una situación que no es habitual en España, donde este virus se ha dado en explotaciones muy cercanas entre sí y, por tanto, se ha expandido de manera muy rápida, colándose por cualquier rendija y obligando a las explotaciones que tenían algún caso positivo a matar a todas las gallinas que tenían destinadas a la producción de huevo: "La situación actual es excepcional, pero al igual que la gripe en los humanos, la gripe aviar viaja en el aire, se mueve con las aves silvestres, por lo que es no es fácil ponerle barreras", destaca Mar Fernández la directora de la Asociación Española de Productores de Huevo.

Una situación que tiene un impacto económico para las explotaciones, emocional para quienes viven de ello pero también redunda en el precio de los lineales del supermercado que ya estos días observan como los cartones de huevo parecen no tocar techo.

Ayudas insuficientes

Actualmente, existen ayudas fijadas por la normativa europea para paliar los efectos en las explotaciones, pero en esta situación dicen desde la asociación, se deben complementar por parte de las administraciones de manera extraordinaria: "Hay muchos otros negocios y actividad relacionadas con la de la avicultura de puesta y pueden quedarse en un momento determinado sin trabajo al quedarse sin huevos para vender, sobre todo en una zona donde abunda tanto esta producción. Probablemente es necesaria una ayuda adicional", recalca.

Una situación que supone un doble impacto para ellos. Ven como en unos días desaparecen su trabajo de meses con el daño emocional que supone para quienes se dedican a ello a la que se une el incremento del consumo de huevos en los últimos años.

A esto se une a un proceso de transformación de las granjas de jaulas a sistemas alternativos y que provoca que haya menos gallinas en sus explotaciones: "hay una tormenta perfecta que ha alterado el equilibrio y afecta a la reducción de la oferta". Por ello esperan que las autoridades tanto europeas como nacionales actúen cuanto antes para poner coto a una situación a la que, de momento, no ven salida.