Las Guerreras de Omu y Elba ganan a Israel entre protestas de las jugadoras por el genocidio en Palestina
La mayoría de las jugadoras de la Selección Española protestan por permitir jugar al Estado de Israel en esta competición

SAGUNTO (VALENCIA), 16/10/2025.- Las jugadoras de la selección española femenina de balonmano agradecen el apoyo del público tras imponerse a la selección griega en el partido de clasificación para el Europeo 2026 que los combinados de balonmano femenino de España y Grecia han disputado este jueves en el pabellón polideportivo Puerto de Sagunto. EFE/Manuel Bruque / Manuel Bruque (EFE)

Las Guerreras han ganado el segundo partido del clasificatorio para el Europeo ante Israel, en un partido casi clandestino en Bratislava, sin público, sin la cobertura habitual que tienen las guerreras y únicamente con la televisión de la EHF dando el encuentro.
Un partido entre España e Israel que, igual que sucediera con las protestas en la Vuelta a España con el equipo Israel, o en otras competiciones donde los encuentros de Israel se están jugando sin público o bajo protestas en muchos países europeos; no está exento de polémica.
Eso ha llevado a una gran parte de la plantilla de las Guerreras, entre ellas las zamoranas María Prieto O'Mullony y Elba Álvarez, a escribir un comunicado que han expuesto en sus redes sociales donde apoyan al pueblo palestino.
Este es el comunicado:
"Ante el deber de jugar, no puedo ignorar lo que sucede más allá de la pista, en tanto lo que soy permea totalmente en lo que represento como jugadora. Como deportista, me resulta imposible separar por completo la competición de la realidad que ahí fuera golpea cada día las vidas de personas inocentes.
Pienso en cómo, en otros momentos de la historia reciente, el deporte ha actuado con determinación ante los abusos cometidos contra los derechos humanos, y, cuando no lo ha hecho, la ignominia ha sellado la memoria colectiva de sus responsables, quienes lo perpetraron, permitieron o posibilitaron. En cambio hoy, reina un silencio que ahoga. Esa doble vara de medir también duele.
Mi solidaridad está con el pueblo palestino, sometido a un genocidio que ha arrasado la vida de 68.000 personas y en cuyo hogar no han dejado piedra sobre piedra. No se trata de política (pregúntese quien lo argumenta y porqué): se trata de humanidad, dignidad y justicia.
No puedo no alegrarme ante la posibilidad de un acuerdo que acerque la paz y alivie, aunque sea un poco, tanto dolor. Esta esperanza no borra la responsabilidad ni es incrédula.
Compito, sí. Pero no lo hago con indiferencia."




