Comienza el juicio por el asesinato del hombre cuyo cadáver apareció en el Lago de Sanabria

Este lunes ha dado comienzo el juicio por el asesinato de un hombre de nacionalidad portuguesa cuyo cadáver fue encontrado en el Lago de Sanabria, junto al río Tera, en diciembre del año 2019. Lo que en un primer momento se pensó que era un suicidio finalmente acabó con tres personas detenidas, también portugueses que residían entre Verín (Orense) y la localidad lusa de Chaves, en 2023, dos hombres y una mujer, que supuestamente habrían asesinado al anciano para hacerse con su pensión. Un móvil económico que le habría reportado más de 40.000 euros a los implicados, para los que la Fiscalía pide 25 años para los dos supuestos autores del asesinato y 14 para el cómplice.

Un juicio con jurado popular en el que esta primera jornada Fiscalía y acusación han centrado sus interrogatorios en demostrar que la acusada mantenía relaciones sentimentales con diferentes hombres –posiblemente fruto de servicios de prostitución- y que maltrataba reiteradamente al hombre que, finalmente, apareció ahogado después de ser arrojado en un saco con cal viva al río Tera. Los primeros testigos han sido una pareja de hosteleros de un bar de Verín, donde se desarrolló una fiesta de cumpleaños de los implicados que podría sido el inicio del fin para la víctima. El esfuerzo del letrado de la acusación particular logró que la testigo reconociese haber escuchado a la ahora procesada que era una persona capaz de cometer un crimen, habiendo dicho en alguna ocasión que ya había arrojado un cadáver al embalse.

La testigo declaró también haber escuchado a la acusada que su marido, en referencia al hombre asesinado, tenía una buena pensión. Quedarse con ese dinero habría motivado el crimen, según la Fiscalía. La primera testigo, por su parte, declaró que tras esa fiesta de cumpleaños no volvió a ver a la acusada, quien desapreció de Verín sin volver a pagarle el alquiler. Mañana seguirán las testificales y acudirán los agentes de la Guardia Civil encargados de la investigación, que encontraron trozos de cuerda en casa del acusado de haber lanzado al río Tera a la víctima y también encontraron sacos de cal viva abiertos en casa del cómplice, que habría permanecido en Portugal para poder construir una coartada para los otros dos implicados.