El arandino investigado por parricidio se declara autor del crimen

Aranda de Duero

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda tomaba declaración este lunes del joven arandino investigado por la muerte violenta de su padre el 5 de julio en la nave del negocio familiar Aceitunas Antolín, en la carretera BU-925 a la salida del casco urbano de Aranda de Duero.

El investigado acudía a esta cita con la jueza desde la cárcel de Burgos, donde se encuentra en prisión provisional desde tres días después de su detención, la misma tarde de los hechos, reconociendo la agresión que acabó con la vida de su progenitor y manifestando su arrepentimiento.

Según su testimonio, la víctima le amenazó

En su declaración explicó que acudió al lugar únicamente para hablar con su padre, aunque la conversación derivó en una fuerte discusión. Según su testimonio, la víctima le amenazó con un cuchillo y en el forcejeo posterior se produjo la agresión mortal, según explica su abogado defensor, que habla de las circunstancias de su defendido. “Es un chico de 23 años y hay que entender que está viviendo un daño colateral que supone cualquier divorcio, donde el padre discute con la madre, la madre con el padre y él se ve en medio”, comenta José Luis Vegas González, que añade que “es un chico sometido a presión desde pequeño con el tema de las carreras, más un poco como como hobby frustrado del padre que como idea de futuro del propio hijo, y al final intenta ir hablar con el padre y se produce el desenlace fatal tras una discusión en la que el padre saca una funda con un cuchillo”.

El propio investigado indicó dónde se encontraba el arma homicida, lo que permitió a la Policía Judicial localizar la mochila con la que abandonó el lugar de los hechos con el cuchillo en su interior, que no apareció al encontrarse en un lugar de mucha maleza, cerca del río Bañuelos. “Tengo que felicitar al Juzgado, a su señoría, a la Fiscalía y la Policía Nacional, que se tuvieron que meter en el río con juncos y demás y al final apareció la mochila tal cual dijo el chico”, expresa el letrado. Con el hallazgo de la mochila se descarta la necesidad de nuevas pesquisas en el escenario del crimen. La defensa apela a la confesión del investigado, a su arrepentimiento, a las circunstancias que lo rodean y a la colaboración con la Justicia para aminorar en lo posible la pena del caso, que se instruye por un delito de homicidio. La defensa ha solicitado alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para reducir la condena. “El desenlace ha sido fatal y no era lo buscado, sino una conversación para aclarar cosas y no para acabar con la vida de su padre, pero los actos tienen consecuencias y lógicamente tiene que pagar por ello”, concluye José Luis Vegas González.

El procedimiento queda ahora a la espera de la decisión judicial sobre la posible conformidad o la apertura de juicio oral en la Audiencia Provincial de Burgos.