El crimen del Tera: los forenses confirman la muerte por ahogamiento

Zamora

Los forenses confirman que el portugués asesinado, cuyo cadáver apareció en la desembocadura del Tera el 27 de diciembre de 2019, fue arrojado vivo al agua y murió ahogado, aunque tanto al investigación policial como la versión de la Fiscalía apuntan a que el hombre habría sido drogado previamente, razón por la cual no se encontraron signos de lucha en el cadáver. Precisamente, esta tercera jornada del juicio, por el que hay tres personas acusadas de un delito de homicidio –dos hombres y una mujer, todos de nacionalidad portuguesa-, se ha focalizado en las declaraciones de los peritos médicos que llevaron a cabo las dos autopsias al fallecido de 70 años.

Y fueron dos porque, en la primera autopsia, la médico forense apuntó a un posible caso de suicidio. Una conclusión sorprendente a tenor de las propias hipótesis de la Policía Judicial de la Guardia Civil, que consideraban un claro caso de muerte violenta, inducida por terceros, debido a que el hombre fue encontrado dentro de una bolsa de plástico anudada, con dos sacos de cal viva abiertos en el interior y cinta aislante alrededor de la cara del hombre. La forense ha aclarado en la Audiencia Provincial que la ausencia de lesiones en el cuerpo y que el hombre tuviera las manos libres podría responder a un caso de muerte autoinfligida.

El hombre habría sido drogado

Sin embargo, indagaciones posteriores a esta primera autopsia abrieron la posibilidad del asesinato. El hombre habría sido drogado antes de haber sido arrojado al río Tera. Y es que según testificó uno de los acusados en la fase de Instrucción –aquel conocido como Mariñeiro y que habría ayudado a la acusada, Ana Cristina, a drogar ya arrojar a la víctima al río Tera- la mujer drogaba con somníferos de forma habitual a los hombres con los que mantenía relaciones, en muchos casos en régimen de prostitución, para robarles con posterioridad. La Fiscalía pide 25 años para ambos.

Una nueva línea de investigación, la de que el hombre hubiera sido drogado previamente a ser arrojado al río, que llevó a realizarle una segunda autopsia al fallecido. Sin embargo, el cuerpo ya llevaba varios meses congelados y no se pudo demostrar la presencia de somníferos, como tampoco ocurrió en la primera prueba toxicológica. Sin embargo, el exdirector del Instituto Médico Legal, citado como perito experto, precisó que es posible que muchas sustancias y medicamentos no salgan en esas pruebas generales si no se sabe qué sustancia buscar.

A pesar de ello, confirman los forenses que han prestado declaración que el cadáver tenía restos de alcohol, lo que combinado con somníferos podría haber drogado al anciano portugués, y que el hombre fue lanzado al agua cuando todavía vivía. Mañana se espera que le toque el turno a los tres implicados. Para los dos acusados de haber perpetrado el crimen, Ana Cristina y Mariñeiro, 25 años. 14 para el hombre conocido por El Chico que permaneció en Portugal para asegurar la coartada y en cuya casa se encontraron sacos de cal viva abiertos como los que aparecieron en el saco que envolvía al cadáver. El móvil principal sigue siendo el beneficio económico, ya que los tres implicados habrían obtenido hasta 40.000 euros cobrando ilegítimamente la pensión de la víctima.

Petición de nulidad

Una tercera jornada que comenzó con casi dos horas de retraso porque la defensa de dos de los acusados por el asesinato del hombre portugués de 70 años solicitó la nulidad del caso por falta de una serie de autos en el expediente judicial digital.

Según indicó la abogada de la defensa, ayer constató con las declaraciones de los guardias civiles que no dispone de una serie de autos, afirmando que no se le trasladaron antes del escrito de defensa y, por tanto, arguye indefensión de sus clientes. Una situación que, en caso de haberse confirmado, habría supuesto la anulación del juicio y el reinicio del proceso posterior a la fase de instrucción. Esto habría supuesto postergar de forma indeterminada el proceso y, con ello, la prisión preventiva para los tres acusados, que ya han superado los dos años pertinentes que contempla esta medida extraordinaria. Una coyuntura que podría haber derivado en la condicional de los dos acusados por asesinato y el tercero como cómplice del mismo.

Una petición que, desde la Fiscalía se ha considerado que se realiza con mala fe tras tres días de juicio. En este mismo sentido han ido las alegaciones de la acusación, que ha precisado que todos han tenido acceso a la fase de instrucción y, por tanto, a los mismos documentos. La jueza que dirige este proceso, María Isabel Morata, ha rechazado la petición de nulidad al considerar que la defensa no tiene forma de demostrar que no haya podido acceder a esos documentos que recogían transcripciones de testimonios en portugués de los acusados.