El GPJ de Aranda: una alternativa necesaria para el ocio juvenil

Aranda de Duero

Los Grupos Parroquiales Juveniles (GPJ) de Aranda de Duero, muy conocidos por su gran crecimiento (comenzaron con solo 12 miembros y han superado el centenar de participantes en la actualidad, llegando ahora a la tercera edición) prosiguen en este nuevo curso bajo la tutela del Padre Álvaro. Ante la dificultad que encuentran los jóvenes de hoy día en la capital de la comarca, donde apenas disponen de oferta cultural o de ocio que les permita entretenerse, esta se ha convertido en una propuesta triunfal, donde se les brinda un espacio en el que los asistentes pueden explorar su fe y desarrollar su identidad en un ambiente de apoyo y comunidad.

Este miércoles, en la SER, Álvaro Zamora destacaba que el objetivo del grupo no es solo atraer a más jóvenes, sino también "ofrecerles un lugar donde se sientan escuchados y acompañados". La realidad, apunta, es que muchos jóvenes "se sienten solos" y que en este grupo "se busca romper con los prejuicios que a menudo rodean a la iglesia". A través de diversas actividades, el GPJ demuestra que la iglesia de alguna manera puede ser no solo un hogar, sino también un lugar de transformación personal. Habitualmente, se reúnen todos los viernes, de 20 a 00 horas -primero y segundo de la ESO- y de 22 a 00 -tercero y cuarto de la ESO y primero y segundo de Bachiller- en los salones de San Juan de la Veracruz y los salones de la Parroquia de Santa Catalina.

La experiencia personal

Los propios jóvenes se han animado a compartir sus impresiones en la SER. Héctor, uno de los primeros miembros del grupo, relata cómo se unió inicialmente por un viaje a un parque temático y cómo, a partir de ahí, encontró un ambiente de familia que le ayudó a acercarse a Dios. Lucas, otro joven que se unió más tarde, reconoce su escepticismo inicial hacia la iglesia, pero también cómo su curiosidad lo llevó a descubrir una comunidad que le ofreció apoyo y una nueva perspectiva de vida. Ambos coinciden en que el grupo va más allá de la religión. El GPJ también promueve dos aspectos claves: amistad y apoyo mutuo.

Ampliar

Cerrar

El problema del móvil

La adicción del siglo XXI para los jóvenes está clara. Muchos jóvenes pasan el rato frente a las pantallas, sin saber lo que implica conversar, conocer, descubrir. Y en el GPJ, para contrarrestar esta realidad, se ha implementado medidas como la recogida de teléfonos durante las reuniones. Explica el padre Álvaro que esta propuesta ha permitido a los jóvenes interactuar más entre ellos y disfrutar de la compañía sin distracciones digitales.

Iniciativas y actividades

El GPJ organiza campamentos, convivencias y retiros espirituales, que han sido bien recibidos por los jóvenes -en alguna salida han llegado a superar las 200 personas-. Estas actividades están diseñadas para ser inclusivas y adaptadas a diferentes grupos de edad, desde los más pequeños hasta los universitarios. Zamora recuerda que el enfoque del grupo no es adoctrinar, sino "ofrecer un espacio donde los jóvenes puedan explorar su espiritualidad" y "desarrollar habilidades sociales y personales". Y además, con novedades interesantes, como la creación de un podcast -La Búsqueda- creado para jóvenes inquietos en el que se abordan temas relevantes y se comparten experiencias, a lo que se une una nueva actividad -Misión País-, en el que un grupo de universitarios visitarán Aranda para realizar actividades de voluntariado y conexión con la comunidad. El 'viaje' de este verano, por otro lado, será una peregrinación por el Camino de Santiago.

Ampliar

Cerrar

Y es que no hay nada más importante que crear un ambiente donde los jóvenes se sientan cómodos y apoyados, y donde puedan explorar su fe sin presiones. El GPJ facilita el desarrollo personal, y genera una comunidad. Una comunidad que sigue abierta a más integrantes y en la que la fe o la creencia no es obligada.

El espacio al completo puede reproducirse en el audio superior.