Álvaro Zamora: Un Padre diferente al resto

Aranda de Duero

En aquellos años de niñez no era difícil ver en el pueblo cómo no pocos compañeros de escuela iniciaban sus estudios en seminarios eclesiásticos. Primero en el seminario menor y después, en mucho menor número, en el seminario mayor. Algunos se quedaban en el camino de la pretendida formación en la vocación sacerdotal y abandonaban la institución con los estudio académicos correspondientes para continuar en otros centros o universidades. Otros, una vez discernida, decidida y afianzada la vocación llegaban a ordenarse sacerdotes y era motivo de alegría, regocijo y celebración en su familia y en el pueblo.

Hoy esto sucede en muchos menos casos y es difícil encontrar en los pueblos del entorno casos de niños que siguen ese itinerario de acompañamiento en la maduración personal, cristiana y vocacional para tomar conciencia de su llamada y prepararse así para la labor de cura, religioso, capellán, pastor, mosén, páter, sacerdote o como quiera llamársele en cada territorio. Hoy nos encontramos en nuestro ‘Viaje por la memoria’ con uno de los pocos sacerdotes ordenados en la provincia de Burgos en los últimos años. Hoy conoceremos de cerca los recuerdos, la memoria, el caminos y los objetivos del joven vicario parroquial de San Juan de la Vera Cruz, Santa Catalina y Sinovas D. ÁLVARO ZAMORA GÓMEZ.

"Fui a dejarme sorprender, y encontré la felicidad"

Tras esta introducción de Ausen Frutos, nos adentramos en la vida de un sacerdote joven que se ha dado a conocer por 'revolucionar' el escaso ocio local con diversas iniciativas y fórmulas a través de los GPJ. Un espacio en el que, sin obligaciones cristianas mediante, se permite a los jóvenes disfrutar de diversas opciones de entretenimiento. Sin embargo, como en cada Viaje por la Memoria, nos circunscribimos a la vida personal de alguien que también tiene mucho que contar.

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Una vida personal en la que destaca inicialmente su infancia en un entorno donde la vocación religiosa era más común, y donde la tendencia era ingresar a seminarios eclesiásticos. Eso choca con una tendencia que ha roto por completo, y donde es extraño encontrar a jóvenes siguiendo el camino de la iglesia. Álvaro reconoce que su vocación no estaba ni en sus planes ni en los de sus padres, que no eran practicantes. A pesar de ser hijo único y provenir de una familia divorciada, encontró su camino hacia el seminario a los 19 años, después de haber considerado otras profesiones como abogado o arquitecto -aunque antes tuvo otros oficios en la cabeza como ser Antidisturbio, o hasta alcalde de Burgos-. "Pensaba en estudiar Derecho. Sigo pensando que sería un buen abogado, e incluso padre. Tuve que dejar a mi novia al entrar en el seminario, que ella pensaba que era una excusa. Pero fui a dejarme sorprender. Y encontré la felicidad. Uno se rinde a la voluntad de Dios, y ve su camino. Cuando continúas en los destinos, que Dios te pone a personas y circunstancias, te das cuenta de lo feliz que eres", explica alguien que, en lo deportivo, hizo vida en el barrio de San Felices, y fue hasta portero.

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"No entiendo por qué me preguntaron si me había propuesto ser sacerdote"

Una vez dado el paso, llegó la etapa de la formación, donde Zamora destaca la importancia de los referentes que tuvo en su vida, como profesores y sacerdotes que lo inspiraron y guiaron. A pesar de las dificultades y crisis que enfrentó, estas experiencias, dice, le ayudaron a reafirmar su vocación. "Vi una forma de vivir la fe de una forma diferente. Tanto en mi pueblo, como en la parroquia, los sacerdotes que tenía eran unos cracks. Rompían esquemas, se dedicaban a los jóvenes, a la gente necesitada... Estos referentes me ayudaban. A día de hoy, no entiendo por qué me preguntarían si me había propuesto ser sacerdote. Todo eso en medio de las chicas, los estudios, la fiesta... Y eso fue un punto de inflexión. Pensé... ¿Y si sí?", detalla.

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Con la convicción de que la disminución de la vocación ha podido estar influenciada por la falta de seminarios menores, Álvaro ha detallado su día a día: hay momentos de oración, clases en un instituto, y acompañamiento espiritual a jóvenes y matrimonios. "Como muchos sacerdotes, madrugo para rezar sobre las 6, pasar un rato con mi amado, que es Dios. Paso las mañanas entre clases y guardias en el instituto, en El Empecinado, también aprovecho a estudiar y leer, como con otros sacerdotes y compartimos las hazañas del día a día, y por la tarde, rezo un poco, celebro misa, tengo acompañamiento espiritual con jóvenes y matrimonios, y después de preparar cosas con los jóvenes, si puedo leer por la noche un poco es genial", explica, recordando que "tengo poco tiempo libre, pero lo aprovecho para ir a mi pueblo o a Burgos a ver a mis padres, con la idea de desconectar".

"Los jóvenes no encuentran un lugar en el que no se les juzgue"

Cabe recordar que a través de actividades y encuentros, Zamora busca crear en sus grupos un espacio donde los jóvenes puedan ser ellos mismos y desarrollar sus talentos, destacando también la relevancia de la música y la cultura en la vida de la fe, y destacando el creciente interés por el cristianismo que existe en el ámbito artístico. "No nos escondemos. No hay sombras ni dobleces. Los jóvenes y adolescentes experimentan situaciones de soledad acompañada, que es más difícil. Y no encuentran un lugar donde no se les juzgue, y se les escuche. Donde puedan mostrar sus talentos, porque no tienen tiempo para desarrollar sus virtudes. Escucha, valores... y Dios", ultima.

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Zamora sentencia dejando claro que su vocación es una fuente de felicidad y propósito, y que a pesar de las dificultades, se siente realizado en su labor. Él destaca importancia de la fe, el acompañamiento, y la búsqueda de sentido en un mundo cambiante, donde la figura del sacerdote sigue siendo relevante para muchos, aunque en un contexto diferente al de generaciones anteriores. La historia del sacerdote es un testimonio de cómo la vida puede tomar giros inesperados y cómo, a través de la entrega y la búsqueda de la verdad, se puede encontrar un camino significativo.

Este Viaje por la Memoria con Valentín García y Ausen Frutos puede reproducirse al completo en el audio superior.