Un gitano con autismo en Urgencias y otros casos de discriminación en Burgos

Burgos

En Burgos, año 2023. Un joven acudió a urgencias del hospital en compañía de sus padres (ya que tenía autismo y no era independiente) porque se había cortado la mano y sangraba mucho. Al ver que no llegaba la ambulancia, los padres decidieron ir a Urgencias. Allí les dejaron esperando 3 horas hasta que atendieron al chico para revisarle la herida de la mano. La madre insistió en entrar con él a la consulta para que el chico se tranquilizara y no dejarlo solo, pero el personal del hospital no dejó que entrara. Una vez dentro de la consulta, el chico se alteró, ya que no conocía el lugar y debido a toda la sangre que estaba perdiendo de la mano, y se puso un poco agresivo con el personal. Visto esto, llamaron a la seguridad del hospital para controlarlo; al ver que no podían llamaron a la policía local para que fueran a reducirle. En ese momento el chico se desmayó debido a la sangre perdida y al estrés de la situación, y el personal del hospital aprovecharon para atarle a una camilla de seguridad; le revisaron por encima la mano y le trasladaron a psiquiatría, informando previamente a los padres. Una vez en psiquiatría les dijeron que no lo podían atender hasta que se tranquilizara, y que no tenían ningún hueco, y que si los padres no estaban conformes se lo llevaran a casa. Le tuvieron atado en psiquiatría 4 días, sin mirarle la herida, cuando los padres decidieron llevárselo a casa debido a que veían que el hospital no les atendía correctamente. La familia percibió que ese mal trato recibido era porque les identificaron como gitanos. Finalmente, la familia decidió no llevar a cabo ninguna reclamación.

Este es el relato de uno de los casos de discriminación que aparecen en el vigésimo informe anual de la Fundación secretariado Gitano, 'Discriminación y Comunidad Gitana'.

Las personas de la Fundación intentaron convencer a esa familia de escribir una carta de queja para la Gerencia de Salud y el Defensor del Paciente, relatando los hechos para hacer constar la situación injusta. Resultado, un caso más de prejuicio pasado por alto.

La Fundación Secretariado Gitano ha documentado una decena de casos de discriminación en Burgos, que suponen solo una mínima muestra del antigitanismo que perdura en la sociedad, 600 años después de la llegada del pueblo gitano a España.

En casi todos los casos, las víctimas renunciaron a la denuncia o a la reclamación administrativa, porque la discriminación está asumida, normalizada, por gitanos y gitanas, que desconocen el derecho que les asiste conforme a la legislación a no ser rechazados por su etnia. Incluso en las administraciones públicas se ignoran esas premisas legales, como apunta Selene de la Fuente, técnica de igualdad de trato de la Fundación.

En Burgos, Secretariado Gitano atiende entre 600 y 700 personas al año. Desde la discriminación directa a un chico con autismo en el servicio de Urgencias, el acoso a una limpiadora gitana en un centro de salud, una joven acusada sin pruebas de hurto en un gimnasio, o el rechazo en entrevistas de trabajo, solo por el hecho de ser gitanos.

La coordinadora de la Fundación en Burgos, Ana Sedano, no es gitana, pero ha sufrido la llamada discriminación indirecta al acompañar a unas mujeres gitanas en un supermercado. El guardia de seguridad les siguió en todo momento.

Los prejuicios persisten en el ámbito público, en la educación, en la salud, y en el privado, en el empleo, en la vivienda, pero sobre todo, el rechazo y el odio se perciben con mayor profusión en los medios de comunicación y las redes sociales, según el vigésimo informe anual de Secretariado Gitano, Existe un claro déficit en igualdad de oportunidades para el colectivo gitano, sobre el que recae un estigma social muy arraigado.

Son también numerosos los casos de noticias en los medios de comunicación locales que inciden en la condición de gitanos de los protagonistas de sucesos delictivos. Desde Secretariado Gitano intentan empoderar a las víctimas ante la resignación secular asumida por la población gitana.

Algunos avances se han producido en estos 20 años de trabajo de Secretariado Gitano, por ejemplo, en la relación con los cuerpos policiales, que han pasado de ser enemigos acérrimos, a entenderse con cierta normalidad.

La Fundación celebra la existencia de una Unidad de Atención a la Diversidad en la Policía Local de Burgos, de las pocas con esta especialidad.

La Universidad de Burgos ha sido escenario de la presentación del informe en el que se destaca las aportaciones de la entidad a la redacción de la Ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación.