Vicente Poveda: Petrer, Aranda y la vida de un 'obrero' del balonmano

Aranda de Duero

Este jueves en la SER hemos proseguido con esas entrevistas más personales, cercanas, que se extraen de lo habitual del deporte. Donde se conoce más a la persona que al jugador. Y este jueves ha sido el turno de Vicente Poveda. De Petrer, su cuna y orgullo, procede alguien que vivía frente al polideportivo, lo que le hizo apostar por el balonmano. No le fue nada mal en este deporte, hasta el punto de poderse dedicar a él. Aunque esa posibilidad de salir de casa cambió por completo una vida que ya tenía prácticamente hecha en sus raíces. "Fue casualidad, yo tenía mi vida hecha y estaba trabajando, pero llegó una oferta de Lanzarote, y probé un año. Y al final han pasado unos cuantos más", ríe.

Poveda, que se define como "un jugador completo", capaz de aportar tanto en ataque como en defensa, habla sobre su experiencia en Aranda, donde se siente feliz -además, es amante del mundo del vino, por lo que también en esa faceta está dispuesto a aprender-. "Hay días que amanecemos a un grado, y lo del frío no lo llevo muy bien. Pero me estoy adaptado bien, la ciudad es muy cercana y se vive mucho balonmano. La gente te ve por la calle y te anima", expresa, valorando un inicio positivo en materia deportiva por los seis puntos que ostenta el equipo, pero dejando claro que aún hay margen de maniobra. "A mí me gusta el sistema de Javi aunque sea complicado, tiene mucha táctica, y por eso creo que aún hay margen. Cuando todas las piezas se ajusten, creo que se notará en el estilo de juego, en la continuidad...", añade, destacando que cada vez se va encontrando mejor.

La afición amarilla le ha dejado "los pelos de punta"

Algo que le atrajo de Aranda fue la afición. "Quiero destacar el día de Logroño. Yo estaba con los pelos de punta. Íbamos 10 abajo, y no paraban de cantar. Me fui muy dolido por ellos, seguían animando... Estuve los últimos minutos sin quitarles ojo, estaba flipando. Eso te hace dar más al día siguiente al ir a entrenar. Es impresionante lo que hicieron ese día, y lo del Santiago Manguán... es el mejor pabellón de España", define.

Perruno y cercano en el vestuario

La pareja de Vicente, Antía, le sorprende con un audio en el que describe a una persona introvertida, aunque cercana en el vestuario y en la distancia corta, y muy amante de los animales, (especialmente de su 'perrijo' Bosto), que le acompaña en el día a día. "Un animal en casa da mucho. Como dice Antía, es como si fuese mi hijo. Después de perder, un entreno, están ahí, muy felices con cualquier cosa...", reconoce.

Poveda refleja la pasión por el deporte y los desafíos de equilibrar la vida personal y profesional. Con un enfoque en la mejora continua y ese sentido de pertenencia, el jugador seguirá creciendo para ayudar al máximo a un equipo del que se siente fuertemente parte.

La entrevista al completo puede reproducirse en el audio superior.