Noviembre trae meses de soledad a decenas de pueblos sorianos como Beratón

Soria

Con el desplome de las temperaturas muchos pueblos de Soria entran en un estado como de invernación. Como Beratón, el pueblo más alto de la provincia, que pasan de los 300 vecinos del verano a los 5 que se mantendrán el invierno entero en el pueblo.

Acostado al pie del Moncayo, en este pueblo de montaña con el encanto de un retrato de postal, la vida a partir de noviembre entra en pausa. Los termómetros se desploman y las temperaturas pueden llegar a estar días sin subir de los cero grados. En esta vida de nevera, las casas se cierran y el bullicio del verano hace las maletas para diluirse en grandes ciudades como Zaragoza.

Hasta la alcaldesa, Carmen Lapeña, reconoce, desde la capital maña, que Beratón en invierno no es lo mismo, "los días son muy cortos, muy fríos...tristes. Viene gente, pero puntualmente. Muchas horas de soledad".

Calcula que este invierno se quedaran cinco vecinos fijos. Muy lejos de 300 con los que cuenta en verano, "es otra historia, va mucha gente desde el mes de junio y podemos llegar a las 300 personas, no tiene nada que ver".

Y eso que el pueblo está completamente arreglado con todas las casas rehabilitadas "y con habitantes puntuales, este fin de semana hemos hecho unas jornadas micológicas y ha venido mucha gente, ahora volverán para el puente de la Inmaculada y en fines de semana".

Mientras que los veranos sin cada vez más multitudinarios, los inviernos inclinan la balanza hacia el otro lado, "este año se quedarán unas cinco personas", a pesar de que los inviernos no son los de antes, "ya no hace tanto frío y las nevadas no son lo de antes". Pero cuando caen "el pueblo se queda helado, al no haber gente para limpiarlo las calles se congelan".

Una nueva familia

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En este marco, se celebra la llegada de una familia que acaba de arribar para gestionar el bar a cambio de casa gratis, "son una parejita jóven, vamos a ver cómo aguntan el invierno, que no es fácil". Los recién llegados son originaros de Cuenca. Para adjudicar la vivienda y el servicio, desde el Ayuntamiento se publicó la oferta el pasado mes de junio. El objetivo no es solo mantener el servicio del bar, también fomentar la llegada de nuevos pobladores, una solución muy extendida en los pueblos sorianos.

Enclavado en un parque natural

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Rodeado de grandes cortados como son las Muelas de Beratón, el paisaje que estará enclavado en el futuro parque natural del Moncayo, es ideal para la práctica de la escalada, el montañismo o el ciclismo. Todos ellos son clientes potenciales durante el fin de semana para el bar. A ello se sumará el bullicio de los puentes, las Navidades, la Semana Santa y los meses de verano, momentos puntuales en los que hacer caja.

El de Beratón es el caso de muchos otros pueblos de la provincia que entran en estado de invernación tras el puente de Todos los Santos esperando volver a la vida la próxima primavera.