El PP de Burgos ve maniobras del nacionalismo vasco y Pedro Sánchez para anexionar Treviño a Álava

Burgos

El presidente de la Diputación de Burgos, Borja Suárez, denuncia la intención del nacionalismo vasco, en connivencia con Pedro Sánchez, de reclamar el enclave de Treviño a cambio de mantener el apoyo al gobierno socialista.

Suárez considera alarmante que se pretenda eludir el cauce constitucional establecido para la segregación de un territorio en favor de otro.

Es la respuesta de Suárez a las palabras ayer del diputado general de Álava, Ramiro González, que situaba en 2029 la fecha para abordar la solución definitiva a lo que considera situación anacrónica de Treviño, que pasaría por la integración del Condado en la provincia alavesa y su desvinculación de Burgos y Castilla y León.

Los convenios para la prestación de servicios que se mantienen entre las diputaciones de Burgos y Álava desde 2017, recuerda el diputado alavés, tenían carácter temporal, hasta que se resolviera el contencioso territorial de forma definitiva.

Ramiro González, en el pleno de ayer de las Juntas Generales, acusó a Borja Suárez y a la Diputación de Burgos, de ofender a las instituciones vascas con una moción sobre la pertenencia del enclave que vulnera el Acuerdo Marco de cooperación institucional.

La Diputación alavesa y la de Burgos renovaron este verano tres convenios de prestación de servicios en el enclave de Treviño, ubicado en Euskadi, pero perteneciente a Castilla y León, pero Álava dejó otros dos sin renovar molesta por lo que considera "ofensas" del presidente de la institución burgalesa.

Según Ramiro González, en el propio texto del Acuerdo Marco con Burgos, figura una cláusula que especifica que los convenios son "de carácter transitorio, en tanto se apruebe una solución definitiva".

El conflicto resurgió en julio, cuando el presidente de la Diputación de Burgos, Borja Suárez, dijo, según relata el diputado general de Álava, que "no hay mayor anacronismo que sus fueros medievales" e insistió en que Treviño es un tema zanjado. Déjennos en paz", habría dicho Suárez.

La vigencia de los convenios terminaba este año, y en agosto se prorrogaron varios de ellos, de servicios a las personas (sanidad, transporte, vialidad invernal), pero no se prorrogaron dos de inversiones, que a juicio de González, "debe hacer la Diputación de Burgos y estaba haciendo Álava".

Para González, las palabras del presidente burgalés faltaron al respeto a Álava, y el 3 de septiembre envió una carta a Suárez en la que le manifestaba que esas expresiones, "inadmisibles", "habían quebrado la buena fe".

Ahora se mantienen parte de los convenios durante otros cuatro años, que, para González, deben ser los años de la solución definitiva que resuelva "de forma permanente" la situación del enclave y su integración en Álava.

El presidente de la Diputación de Burgos ha querido implicar en la polémica al líder de los socialistas de Castilla y León, y candidato a presidir la Junta, Carlos Martínez, a quien ha retado a tomar posición en este asunto. Para Borja Suárez solo caben dos opciones, o con la Constitución y Castilla y León, o con el nacionalismo vasco y Pedro Sánchez.