En busca de una respuesta acorde ante el problema del acoso escolar

Aranda de Duero

El bullying o acoso escolar es una práctica violenta a la que se viene dando visibilidad creciente en los últimos años, pero no quizá una respuesta concreta o efectiva. Son muchos los casos que se han producido, y también las terribles consecuencias que se han derivado de ella y que siguen salpicando en nuestros días. Cierto es que encontrar una solución no es tarea fácil, pero ha quedado de manifiesto que en muchos casos los protocolos no tienen un significado o una aplicación realmente útil en los centros educativos. Y un buen ejemplo de acoso lo reveló en la SER hace meses el artista ribereño Álvaro Sola, apedreado simplemente por su condición sexual. Bajo ese pretexto, nos citamos en la tertulia de este lunes con José Joaquín Gomá, Enrique García, y en esta ocasión al integrar el aspecto educativo, también Ángel Martínez. Lo hacemos con el objeto de analizar la situación, pero también de encontrar posibles soluciones, y con el prisma puesto también en el ámbito educativo. En la 'primera línea de defensa'.

"Es un tema de desgraciada actualidad. Y a la escuela se le culpa mucho de cuanto ocurre, nos hacemos cargo de nuestra parte de responsabilidad, y la escuela seguirá siendo el reflejo de la sociedad, pero pensar que solo desde las aulas se puede cambiar, o que la violencia en la sociedad solo pasa por el colegio, es no conocer la realidad. Para iniciar el debate hay que centrar el tiro, vivimos en un presente donde los menores son inimputables, donde se condonan delitos, se coquetea con el aborto o la eutanasia, se agrede a sanitarios o maestros. Si ese es el presente, que no nos extrañe lo que ocurre en las aulas. Y si a eso sumamos la soledad de los niños y la existencia de las redes, con eso podemos empezar a hablar", inicia García.

"Podremos decir algo, pero solucionar poco. Porque los problemas mal definidos no tienen solución. Y eso pasa por el acoso escolar. Cada vez que los políticos meten sus manos en cuestiones sociales, en vez de arreglarlos, los complican eternamente. Yo no sé si en los 70, o no había acoso en las escuelas, o era democrático. Había tal variedad de personal, que no se insultaba, sino que se describía, porque había un tuerto, otro gordo, yo era el pecas...", comienza Gomá, haciendo una comparación con varias décadas de diferencia. "Ahora a los viejos se les trata mal o se les hace poco caso porque son muchos, y ocurre lo contrario con los niños. Antes, cuando la pirámide poblacional era diferente, era justo al revés. Y en todo caso, cuando se producía cualquier abuso, la respuesta era unánime por parte de todo el mundo. Ahora no", añade.

"El tema del bullying para mí es lo más duro. El audio de la experiencia nos muestra un hecho que es real, que no afecta a todos por igual, y lo que hay que intentar en esa responsabilidad con los alumnos, es darles a entender que cuando uno actúa tiene una consecuencia que es diferente según el alumno que sea. Y la realidad es que los últimos que se enteran son los padres. Hay que avisarles. Yo parto de que la tolerancia de todos los centros ha de ser cero, de que hace falta que el alumnado ayude, y la otra herramienta es la formación", explica por su parte Ángel Martínez.

La tertulia al completo con otras cuestiones que han ido surgiendo, puede reproducirse en el audio superior, dentro del podcast de Hoy por Hoy Edición Ribera.