Ecologistas crítica la nula transparencia de la Junta sobre los restos de las aves sacrificadas por la gripe aviar

Después de que más de dos millones de gallinas hayan sido sacrificadas en Castilla y León como consecuencia de la gripe aviar, ahora queda saber qué se está haciendo para que las granjas afectadas no puedan sufrir nuevos brotes, cómo se está procediendo a la limpieza y desinfección y al propio sacrificio de las aves.

Desde Ecologistas en Acción insisten en que es esencial saber qué se hace con esos restos de piensos o estiércol contaminados, dónde se han llevado los cadáveres y qué desinfección y saneamiento se está desarrollando en las granjas afectadas.

En definitiva, conocer datos que desde la administración y según Miguel Angel Carpintero, No se están ofreciendo: "Hay una falta de información porque no se encuentran datos por parte de las instituciones de manera clara. No sabemos cómo se están gestionando los residuos. Parece que los cuerpos se incineran en la provincia de Segovia, pero no sabemos luego con lo demás qué se hace".

En la provincia de Valladolid son siete los focos que se han detectado y suponen la mitad de los registrados en todo el país. Una situación que preocupa no solo al sector ganadero sino a colectivos ecologistas que insisten en que el protocolo que habitualmente se pone en marcha en estos casos ha fallado.

El último foco se notificaba el 20 de octubre en una granja de la localidad vallisoletana de Ataquines que obligó al sacrificio de 54.000 aves. Los millones de aves que han tenido que matar en apenas mes y medio, han evidenciado, según Carpintero, el riesgo derivado de este tipo de ganadería intensiva: "Estas normas igual no han sido muy estrictas, no han sido previsores porque es significativo que en Olmedo a 18 kilómetros de Ataquines hay una concentración de animales bastante importante", destacaba.

La organización ecologista reclama que se garantice la gestión de residuos generados por estos sacrificios sean estrictamente controlados y se dé información a las poblaciones de las zonas afectadas sobre la manera en la que se están destruyendo estos desechos.

El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, insiste en que este asunto compete a la consejería de Agricultura, pero asegura que la labor está siendo ágil: "Es una competencia de Agricultura que está llevando una labor con eficiencia, es cierto que hay una comisión mixta donde están trabajando las consejerías implicadas pero se está llevando con la mayor celeridad y atención".

La Junta ha recordado la importancia de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas con el fin de evitar el contacto con aves silvestres, así como de intensificar la vigilancia. Cualquier sospecha debe ser notificada de inmediato para posibilitar la detección precoz de nuevos focos y la adopción de las medidas necesarias que impidan la diseminación de la enfermedad.