El CB Zamora supera a Gipuzkoa, a las bajas y a los elementos
Partido serio en defensa y con acierto en ataque para vencer pese al mal arbitraje
Peleaba el CB Zamora contra las bajas, como cuando los tercios en Empel, como ya le pasó en la Copa España contra Melilla. A los problemas que tenían los de Saulo con las bajas de Ty Roberts y de Joey Van Zegeren se unió la de uno de sus espartanos, un Jacob Round que caía en los últimos entrenamientos.Con ocho jugadores del primer equipo y con Antón Bouzán sumando minutos, los zamoranos sufrían un dejavu de Melilla y lo resolvían de la misma forma: mucho ritmo, buena defensa y un ataque valiente.
Y todo esto aderezado con un gran partido de Peris, con un Paukste dominador y el apoyo del resto del equipo. Con este coctel los zamoranos iban sumando, como hormigas, con ventajas incluso de nueve puntos hasta que apareció la actuación arbitral que metió a un Gipuzkoa que parecía tocado en el partido hasta el 40-43 con el que se fueron al descanso ambos equipos.Tal fue la demencial actuación arbitral que en el inicio de la segunda mitad, tras otro concierto de silbato desquiciante, que Saulo vio una técnica por protestar. Más que el Milagro de Empel, el CB Zamora parecía las huestes de Felipe II luchando contra los elementos. Y el partido giró con mínimas ventajas de Gipuzkoa aunque no se rindió Zamora en ningún momento y volvió a conseguir importantes ventajas, incluido un 57-65 a escasos segundos del final del tercer cuarto. Y ahí apareció Bouzán para anotar su primera canasta en Primera FEB y poner un +11 en el marcador. Al final del tercer cuarto 59-70.
Los zamoranos pese a todo tuvieron que sufrir de lo lindo porque llegó el cansancio con una rotación tan corta y porque apretó Illumbe. La diferencia se esfumó hasta los cinco puntos (77-82) con más de tres minutos por jugar.
Mejoró el acierto en los triples de Gipuzkoa hasta el 33%, más que en los últimos partidos, para poner el 82-84 y tensión en el marcador pero defendió muy bien Zamora en la ultima jugada, cerca de la falta, para acabar llevándose un partido vital 82-86 con dos tiros libres definitivos de Colby Rogers.
