Más de lo mismo en Zorrilla

El Real Valladolid vuelva a ceder en Zorrilla. Esta vez ante una U.D. Las Palmas que logró su gol muy pronto por medio de Pejiño en una jugada individual por la derecha sellada con un gran disparo al palo corto y después se defendió con orden durante el resto del partido.

No se puede negar que el equipo de Almada, que por cierto acabó el partido con la pareja más joven desde hace muchos años Arnu y Mario Domínguez sobre el campo, ponga voluntad, mantenga la presión alta y empuje. Pero le falta gol, le falta visión y velocidad en el último tramo del partido. Pocas ocasiones para tanto dominio.

Amath tuvo una clara justo antes del gol de Pejiño pero la definición fue blanda. Después sacó 10 cornes pero no pudo rematar ninguno. En la segunda parte con toda la posesión solo un disparo de Chuki y una última ocasión de Alejo que se fue al larguero, además de un gol anulado a Marcos André por un claro empujón, sacaron brillo a un dominio total que embotelló al equipo isleño.

Pero la U.D. Las Palmas no pareció sufrir demasiado. Fue un acoso sin pólvora que no agobio al portero contrario. Fue un dominio total que se calmaba en el área, donde se definen los partidos y donde el Real Valladolid no logra llegar con claridad y mucho menos con precisión y eficacia. Una cuestión que lejos de ser algo puntual se ha convertido en una tendencia de la que toman nota el resto de equipos.

Una derrota para seguir reflexionando y que deja ya encendidas las luces de alarma en Zorrilla.