Un parcial desastroso tumba a Aranda en un duelo emocionante ante Cuenca

Aranda de Duero

El Tubos Aranda caía este domingo en Cuenca ante el REBI en un partido donde los de Javi Márquez competían hasta el final, pero donde quedaba de manifiesto que al equipo le falta confianza y aún margen de maniobra. Sabiéndose levantar de un mal momento para tener una ventaja de tres goles, los ribereños acabaron sucumbiendo fruto de un 7-0 que hizo demasiado daño a los amarillos, que lucharon y tuvieron opciones de haber arañado al menos un punto, pero que se mostraron muy inestables.

Los primeros minutos ya dieron pistas de la fortaleza defensiva de Cuenca, muy férrea, y a la que se sumaba la aportación en puerta de Tonicher. Ante esa situación, buen aguante de Aranda, sabiendo mantener a ralla a su rival (que se las vio mucho con el poste) y con un inconmensurable Poveda en el ataque al que se sumó David López, permitiendo poner por primera vez por delante a los amarillos en el marcador (4-5).

Pero la ventaja duró poco y los locales volvieron a ponerse por delante con un parcial de 3-0, capitaneados fundamentalmente por Fede Pizarro (7-5). Esa renta local, que variaba entre dos y tres goles, era peleada por los de Márquez, que no pudieron aprovechar la superioridad y también se vieron con el palo en un lanzamiento desde puerta de Pau Guitart. A pesar de que los ribereños no estaban muy finos en ataque, el meta catalán atrás y Poveda al frente aportaron para recortar distancias a falta de cinco minutos para el descanso (10-9). Y con jugada de pizarra tras el tiempo muerto de Javi, llegaba el gol de Pinillos para firmar la igualdad en el electrónico. Había partido. Final de la primera parte con empate (12-12) gracias a una buena acción de Dalmau, y todo para el segundo tiempo.

De la gloria a la penumbra

La reanudación comenzaba muy bien. Aranda fue férreo en materia defensiva, con un Pau sensacional que mantuvo vivo al equipo, y una ofensiva respondona ante los ataques y goles locales. Las manos del catalán y el tanto esta vez sí desde casa pusieron la ventaja ribereña de nuevo en el marcador (14-15). Y aunque los de Lidio eran capaces de darle la vuelta aprovechando la exclusión de Poveda, los amarillos volvieron a responder y lograban su máxima distancia (16-19) siguiendo con el recital en puerta de Guitart y el tanto de David López.

El tiempo muerto de los locales le vino de perlas, porque recortó distancias hasta el punto de propiciar que Márquez pidiera parar también el crono. Pero no pudo evitar el empate. 19-19 y 12 minutos por delante. Tocaba resistir y ser efectivos. Pintaba igualdad máxima. Pero la situación se complicó definivamente con el tanto de Mendes, una nueva (y protestada) exclusión para Poveda en el ataque, y dos tantos seguidos de los locales que pusieron el +3 para los verdes en el electrónico. El parcial de 7-0 que hizo caer a Aranda y sucumbir sin tiempo casi de reacción. Otro tiempo muerto.

Un último intento

La parada de Vasco Teixeira en un siete metros cuando todo parecía acabado, y los goles de Pinillos y Mateo en una contra pusieron el 23-21 en el electrónico. Lidio paraba el tiempo y quedaban poco más de dos minutos por delante. En la reanudación, parada de Pau Guitart… pero también del meta conquense. Con opciones para haber primero ganado sabiendo gestionar la renta, y luego sumado, el Tubos Aranda acabó cayendo. Duele por la forma. Y porque la derrota complica a un equipo que necesita reordenarse, confiar y creer más en lo que hace, seguir creciendo, y ganar a un Cangas que llegará el sábado que viene al Manguán más necesitado aún. Hablar de finales en noviembre es exagerado. Pero otro resultado que no sea ganar complica y mucho la vida.