Larry en medio de la tormenta

El entrenador de Valencia Basket tuvo que salir al paso esta semana para aclarar la para algunos preocupante ausencia del vallisoletano Sergio De Larrea en las tres últimas convocatorias: "No hay caso Larry. El equipo es amplio y hay tres rotaciones todos los días. Nada más".

Pero lo cierto es que sin pretenderlo de una forma especial Larry se ha convertido en una de las grandes esperanzas para una afición que ha dicho adiós con honores a la mejor generación de su historia y espera con ansiedad los brotes verdes que van apareciendo. Entre ellos y yo diría que como favorito Larry. Un chaval excelente, que ha dado sus pasos siempre de forma muy prudente y que ha caído de píe entre los aficionados. Digamos que ya es una estrella y que tiene un seguimiento a la altura del término.

El problema es que su entrenador, Pedro Martínez, probablemente el mejor técnico español en la actualidad, quiere que el jugador siga el camino, que no avance pasos demasiado deprisa y que no precipite una situación que el propio seleccionador Chus Mateo predijo esta pasada semana: "Lleva el camino perfecto para convertirse en un fenómeno del baloncesto nacional".

Pero claro una cosa es ser tratado ya como una estrella y otra muy distinta serlo cada día en la cancha. Ahí queda camino y Pedro Martínez lo sabe. Así que esta semana salió para naturalizar la situación, aunque subyace también una idea de poner al jugador en su sitio. Apartarle de la euforia exterior. Tampoco ayudó demasiado la alusión del entrenador a los medios de Madrid: "Es curioso que los medios de Madrid hablen del caso Larry cuando no lo hay. No recuerdo que la misma prensa hablara del caso Hugo González cuando jugaba en el Real Madrid". Esta simple alusión pone la imaginación a funcionar. Aunque el argumento no venga a cuento pero une Valencia- Real Madrid y Scariolo, otro de los valedores de Larry. Inevitable hacerse la pregunta: ¿Intentará el ex seleccionador llevárselo al Real Madrid si tiene oportunidad?

Si a esto sumas que Valencia tiene a dos bases top en plantilla con lo que los minutos van a estar más caros todavía, y que no olvidemos que cuando acabe el curso llegará el draff y que dependiendo de como le vaya a Larry en el mismo podría incluso entrar en primera ronda lo que implicaría una oferta irrechazable, nos encontramos con una especie de tormenta en la que sin comerlo ni beberlo se encuentra el jugador vallisoletano.

Son cuestiones que tienen que ver con el profesionalismo. De momento a Larry no le habían tocado, pero estas cuestiones ya han llegado. Algunas de ellas tienen que ver con el futuro, pero conviene recordar que el futuro en un mundo tan profesionalizado tiene que ver mucho con el presente. Esperemos que el tan querido Larry sepa capearlo con la prudencia y la humildad que le ha caracterizado hasta ahora.