Aumento de la exclusión social en Castilla y León

Valladolid

Uno de cada cuatro jóvenes convive con situaciones de exclusión en Castilla y León. Esta es una de las conclusiones que recoge el informe FOESSA que acaba de presentar Cáritas y que analiza, además de la pobreza monetaria otros problemas como el aislamiento social, la dificultad de acceso a la vivienda o la salud.

Sus promotores interpretan que este trabajo supone una "herramienta clave para orientar políticas públicas, la actuación de entidades sociales y la cobertura informativa responsable sobre las realidades que afectan a miles de personas en Castilla y León".

Escucha la entrevista de Javier Cuevas, en La Ventana Castilla y León, a Pedro Fuentes, sociólogo y coordinador del trabajo.

El informe revela que en estos momentos 352.000 personas se encuentran en situación de exclusión social: es el equivalente al número de habitantes de toda la provincia de Salamanca. Traducido a porcentajes, esta cantidad equivale al 14,9% de la población castellano y leonesa. La exclusión social se hace visible a partir de limitaciones relacionadas con la vivienda, la salud o el empleo.

Por lo que se refiere al acceso a la vivienda es conveniente recordar que su precio aumentó un 31,5% en los últimos 6 años, subida que impide a miles de personas plantearse siquiera la posibilidad de adquirir un lugar en el que vivir.

El precio del alquiler tampoco ayuda: las subidas acumuladas en los últimos años imposibilitan, sobre todo en el caso de los jóvenes, la emancipación y, por consiguiente, el desarrollo de su proyecto vital. De hecho, según recoge el informe, la tasa de exclusión social entre los jóvenes18-29 años de Castilla y León es del 24,6% frente al 14,85% del conjunto de la población.

Salud

Otro de los datos que llaman la atención del informe es que más de 260.000 personas en la comunidad tienen dificultades económicas para cubrir sus tratamientos médicos, lo cual implica que deben renunciar a comprar medicinas, prótesis o seguir dietas que conlleven un gasto superior al que podría considerarse como normal.

Las consecuencias de esta limitación resultan obvias: al no contar con el tratamiento adecuado, muchas personas se ven abocadas a padecer problemas de salud que pueden llegar a recortar drásticamente su esperanza de vida.

Empleo

Según señala el trabajo elaborado para Cáritas, entre 2018 y 2024 el número de personas ocupadas en Castilla y León se incrementó un 4,3%. En el conjunto del país el aumento se elevó al 12%.

A pesar de que porcentaje de desempleados es ligeramente inferior al de la media que presenta el resto de España, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha experimentado un crecimiento en cuanto al número de solicitantes: Tengamos en cuenta que las tasas de pobreza vienen creciendo en Castilla y León desde la pandemia. En este sentido, los participantes en la encuesta que sirve de base para la elaboración del informe se manifestaron favorablemente a que la administración garantice ingresos mínimos a las personas en situación de necesidad (76,5% de los encuestados). El 68,8% de las personas en situación de exclusión social en Castilla y León son de origen español.

Al comparar los porcentajes que describen los niveles de integración social de los habitantes de la comunidad respecto al conjunto del país, nos encontramos con una situación ligeramente positiva ya que en Castilla y León el 85,1% de la población se encuentra integrada frente al 80,7% de España.