Derrota, impotencia y alarmas encendidas
El equipo de Almada falló hasta seis ocasiones para empatar

LaLiga

En la primera parte el Real Valladolid volvió a vivir una película conocida. No salió demasiado fuerte y encajó un gol tras un rechace de una defensa demasiado lineal. Nadie salió al rechace que lo capturo Balda, y no fallo. Corría el minuto 22.
Después, como casi siempre, el equipo de Almada se metió en faena, robó arriba y tuvo hasta cinco ocasiones, algunas de ellas bastante claras, para no solo empatar, más bien para ponerse por delante. Pero nadie, especialmente Federico, estuvo acertado en los remates y el partido se fue al descanso con 1-0.
En la segunda empeoró el panorama. El Real Valladolid se fue cansando mentalmente y no solo no remató sino que dejó de fabricar. Tan solo un remate de cabeza de Juric que se fue a la cruceta. El filial de la Real controló bien e incluso pudo hacer daño en alguna de sus salidas. Ochieng lanzó al palo.
Lo que está claro es que no puedes ganar un partido sin hacer goles y el Real Valladolid carece del mínimo olfato para hacerlos. Luces de alarma encendidas. Próxima parada en Zorrilla el sábado a las 21:00 horas ante el Málaga.




