Los intereses creados

Ángel Santiago Ramos

León
Las seis universidades públicas de la Comunidad de Madrid padecen desde hace años una asfixia presupuestaria que las está condenando a vivir situaciones de precariedad inimaginables en la autonomía con mejores cifras económicas de todo el estado. Ello contrasta con las facilidades de todo tipo que el gobierno de la presidenta Díaz Ayuso ha concedido para la instalación, en su territorio y hasta el momento, de nada menos que catorce universidades de titularidad privadas.
Traigo a colación este hecho, en la medida que entiendo que Madrid es uno de los laboratorios de práctica política que se engendran en los despachos de los ideólogos del Partido Popular y que no estaremos lejos de padecer en provincias las dentelladas que diseña una derecha cada vez más despiadada con la calidad de los servicios públicos.
Y públicos son también los sueldos de los alcaldes y otros cargos que ocupan puestos políticos en nuestras instituciones democráticas. Y, a lo conocido, hay de todo. Sorprende para bien y por lo inhabitual el del regidor de la ciudad de Zamora. Francisco Garrido, alcalde desde hace 10 años de esta ciudad de 61.000 habitantes y que percibe el mismo sueldo, 39.000 euros, que percibiría en su puesto de funcionario en un centro educativo. Aunque la ley le permitiría cobrar hasta 20.000 euros más, él renuncia a ello.
En el lado contrario hay multitud de cargos que, percibiendo sueldos legales, el tamaño de sus responsabilidades y tareas no parecen tener justificación a los ojos de muchos ciudadanos. La presidencia de la Diputación de León conlleva un salario cercano a los 90.000 euros, lo que la sitúa en el top ten del estado español en este cargo.
En el top se sitúa también el alcalde de Sahagún de Campos que cobra más de 45.000 euros dirigiendo los designios de un municipio que no alcanza los 3.000 habitantes. Un dato que no resiste la comparación con el regidor de la capital zamorana.
El sueldo del alcalde de tu pueblo es accesible a cualquier ciudadano que lo quiera conocer. Es fácil, por la cercanía de esta cargo, apreciar si se lo tiene o no




