Empate recurrente en Zorrilla

Desde el inicio del partido pareció que al Real Valladolid le iban a ocurrir cosas distintas, pero todo acabó como casi siempre.

Peter Federico aprovechó una mala salida de balón del guardameta del Málaga para poner por delante a su equipo en el minuto 5. Fue una buena definición por arriba que indicaba un guion distinto, pero el partido se fue al descanso sin apenas ocasiones y con una victoria a los puntos que dejaba abierta la segunda mitad.

El equipo de Almada fabricó bastante juego de ataque tras el paso por el vestuario, pero volvió a las andadas en la definición. Otras dos ocasiones para el autor del gol y otra clarísima para Lachuer se fueron al limbo y, como suele pasar, en el primer remata a puerta del Málaga Adrián Niño acertó ante un Guillerme que posteriormente tuvo que realizar una soberbia parada ante un disparo del propio Niño para impedir que el Málaga, en sus mejores minutos, se pusiera por delante.

Al Real Valladolid no se le puede negar el esfuerzo, gana en casi todas las estadísticas menos en la más importante, el acierto. Tampoco tuvo suerte, porque Chuki pudo marcar el gol de la victoria en la recta final, pero su remate se fue al palo.

Nuevo tropiezo en casa de un equipo que parece necesitar pasar por el psicólogo para olvidarse de una racha muy negativa ante la suerte máxima que le impide ganar partidos y por tanto alejarse cada vez más del tren de cabeza.