El eclipse colapsa las reservas hosteleras en la Ribera del Duero

Ribera del Duero

La hostelería de la Ribera del Duero está ya cerca de la ocupación plena en torno al 12 de agosto de 2026, la fecha en la que está previsto que se produzca el primer eclipse total de Sol visible desde la península Ibérica en más de un siglo. La franja de totalidad de este eclipse cruzará España de oeste a este y pasará por varias provincias, siendo Burgos y Aranda una de las zonas privilegiadas para su observación, lo que ha hecho que las reservas de plazas de alojamiento se hayan casi agotado desde hace tiempo. “Ya está prácticamente todo reservado: agencias de viajes, técnicos... yo creo que prácticamente 95% de las reservas hoteleras ya están ocupadas”, explica Nuria Leal, la presidenta de ASOHAR.

Las reservas no solo se han hecho para el 12 de agosto, sino que en torno a esa fecha también hay una demanda importante de ocupación hostelera, sobre todo por parte de turistas extranjeros que vienen por ocio o con un interés más específicamente científico a contemplar este fenómeno. “Va a venir mucho turismo extranjero, sobre todo americanos, que son frikis para estas cosas, entonces no reservan para un día, reservan para varios días”, añade.

En consecuencia, dado el volumen de peticiones de reserva, los precios se han disparado en muchos casos, llegando a quintuplicarse en algunos establecimientos de un día para otro.

La presidenta la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera entiende que es la ley de la oferta y la demanda y este colectivo no puede interferir en esta cuestión. “Igual que cuando llega el Sonorama hay mucha demanda y los precios suben, me imagino que en estas fechas, que hay muchísima demanda, habrán subido, la gente con sus negocios pone los precios que crea oportunos, nosotros no somos quien para juzgar si son caros o baratos, al final cada uno aplica la política de su establecimiento y de su negocio”, señala.

Gracias a este fenómeno astronómico, la hostelería de la Ribera del Duero va a hacer más que nunca su ‘agosto’, sumando los beneficios que implica este fenómeno excepcional con la próxima edición del festival Sonorama Ribera, que optó por adelantarlo a la semana anterior para no solaparse. “Creo que se han cambiado las fechas del Sonorama precisamente para que no coincida, porque si no puede ser un poco caótico, porque entiendo que son las fechas en los que va a venir mucha gente tanto por un motivo como por el otro, entonces facilita la labor que no coincidan, porque la gente que venga al Sonorama tendrá esas plazas disponibles y quién es vengan por el eclipse también; al final es un poco hacer encaje de bolillos para todo el mundo, ya independientemente de los precios que se cobren: es una manera de filtrar y poder asumir el volumen de gente que va a pasar por la zona”, concluye Nuria Leal.