Tremor de Arriba conecta el agua de los arroyos a la red renovada después de los incendios del verano
La empresa da por concluida la canalización en la que la Junta ha invertido 245.000 euros para restablecer 10 kilometros de tubería y que quedará habilitada entre hoy y mañana
Ponferrada
Con lágrimas en los ojos el alcalde pedáneo de Tremor de Arriba, Fernando Lata, saborea el agua de los manantiales que volverán a llegar a los grifos de los más de 160 vecinos que tiene esta localidad perteneciente al Igüeña en las próximas horas y después de dos meses de instalación de la red que resultó quemada y dañada a causa de los incendios de Fasgar y Colinas-Igüeña.
Aunque se intentó compensar con la traída del río, los arrastres acumulados por ceniza se convirtieron en sustancias tóxicas y los análisis desaconsejaron el uso potable, lo que obligó a la Junta Vecinal a distribuir desde mediados de septiembre hasta ahora unos 10.000 litros de agua embotellada trasportada por la Diputación de León.
"La mayoría de los vecinos tienen más de 75 años y hemos tenido que llevar las garrafas casa por casa para que tuviesen agua para el consumo diario", explica el pedáneo que reconoce que ha "ha sido duro verles prescindir de un servicio tan necesario".
Ahora analizaremos el agua pero yo ya la he probado "está buenísima" y además ni el manantial de Cardo ni el de Fontanar, situados uno a cada lado de la montaña, tienen problemas porque el fuego rodeó la zona, así que el agua está "perfecta". Cosa muy distinta es la captación del río que, según explica, está cargada de arrastres, tal y como han podido comprobar los operarios de la Confederación Miño-Sil, un problema que ahora, una vez se retome la captación de los manantiales, se podrá afrontar.