“No pienso rendirme”: la lucha por abrir los miradores del Consejo Regulador en Roa

Roa de Duero

Que se abran para disfrute del público los miradores que tiene en Roa la sede del Consejo Regulador Ribera del Duero en con vistas a la cuesta Manvirgo es el objetivo al que no está dispuesto a renunciar Elena Marina Barbadillo, una vecina de esta localidad, que hace varios años emprendió una batalla apelando a las entidades que podrían ayudarle en su empeño.

Se trata de dos espacios que se encuentran cerrados desde hace mucho tiempo por no reunir las condiciones necesarias de seguridad y que considera que son idóneos para disfrutar de unas vistas privilegiadas.

La última respuesta que ha recibido es la del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León. En su escrito habla diferencias entre ambos miradores. El que está ubicado en la parte Este de la sede es el que peor situación presenta, con unas barandillas que en su día eran de vidrio y que se encuentran desmanteladas y han sido sustituidas por unas vallas de obra. ITACyL dice que está pendiente de la resolución de una demanda que ha interpuesto contra la dirección facultativa, los aparejadores y la empresa constructora, para que se puedan iniciar las obras de reparación necesarias. Posteriormente sería el Consejo Regulador el que decidiría si conviene o no abrir esta zona ajardinada y también la otra, que tampoco reúne las condiciones necesarias de accesibilidad. Este organismo calcula que las obras de adaptación podrían costar alrededor de 30.000 euros.

Elena Marina entiende que este escrito desmonta las excusas que dice que ha recibido para rechazar sus pretensiones y entiende que el Consejo Regulador no tiene excusa para seguir manteniendo cerrado, al menos, uno de los dos miradores. “Siempre se habla de un mirador con vistas al Duero, pero se les ha olvidado que hay otro mirador con vistas a la cuesta Manvirgo, que era de dominio público, que en un momento dado después de que se hiciera la ampliación del Consejo Regulador se cierra”, explica. “Siempre me han comentado que era cuestión de vandalismo y resulta que no que no es vandalismo que hay una propuesta de ITACyL a la Junta de Castilla y León y al Ayuntamiento de Roa que con una inversión de 30.000 euros se conseguiría abrir ese ese primer mirador, que no es el que corresponde a los arcos de la iglesia de San Juan que existían en el otro, porque el otro tiene que esperar a que se resuelva un contencioso que tiene el Consejo Regulador con la empresa constructora, porque parece que no han rematado lo que tenían que rematar”, añade esta raudense.

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La denunciante, que ya perdió un pleito por el hundimiento de una bodega de su familia por las obras de la sede del Consejo Regulador y sigue pensando que fue como consecuencia de la vulneración de los derechos de la familia afectada, dice que no está dispuesta a rendirse en esta nueva causa. Carga también contra el Ayuntamiento de Roa, que considera que le ha venido engañando sobre este asunto hasta finalmente reconocer que no tiene ningún interés en que se abran al público estos espacios. “Yo voy a insistir, yo voy a seguir, yo no voy a parar; ¡santo Dios!, ¿no va a haber 30.000 euros para arreglar esa entrada para poder volver a mirar a la cuesta Manvirgo y dejar de vender el Espolón simplemente como único mirador importante en Roa?, es cuestión de 30.000 euros, reivindicó mi derecho a ser mirador y que se deje de mentir”, concluye Elena María Barbadillo.