¿Vas a montar el árbol de Navidad? Naturing Monde te ayuda a crear una decoración única

Valladolid

En muchos hogares es una cita marcada en el calendario. Aprovechar los días de descanso que deja el puente de la Inmaculada y la Constitución para montar el árbol de Navidad. O para comprarlo. O para planificar qué modelo colocamos en nuestros hogares. Sin duda, estamos ante un momento del año en el que detenerse, decorar con intención y dejar que el hogar se convierta en un espacio donde la calidez y la belleza conviven de forma natural.

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En Naturing Monde entienden ese deseo y, por ello, presentan una colección de árboles de Navidad artificiales, creados para quienes buscan excelencia, estética y durabilidad en un solo producto. Son dos modelos exclusivos y ambos incorporan dos tipos de ramas para lograr una textura frondosa, natural y visualmente equilibrada.

En sus tres alturas, el modelo Prime mantiene una presencia impecable. La versión de 180 cm ofrece una estructura equilibrada y 1.057 ramas, asentadas sobre un soporte metálico que garantizan estabilidad y durabilidad. El modelo de 200 cm incrementa la densidad visual con 1.233 ramas, eso sí, con la misma solidez en la base. Para quienes buscan una imagen más imponente, está la altura de 230 cm despliega 1.870 ramas, que crea un volumen majestuoso sin renunciar a la elegancia que define la colección.

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En el caso del modelo Greenluxe, la experiencia visual crece en paralelo con la altura, siempre con su frondosidad característica. La versión de 180 cm combina naturalidad y armonía gracias a sus 1.027 ramas y su soporte metálico resistente. El modelo de 200 cm intensifica su efecto envolvente con 1.235 ramas, ideal para espacios que persiguen un impacto decorativo mayor. Finalmente, la opción de 230 cm se convierte en el centro absoluto de cualquier ambiente, con 1.733 ramas que aportan profundidad, textura y una presencia extraordinaria.

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Ambos modelos se fabrican con materiales de alta calidad que garantizan resistencia, estabilidad y un aspecto realista año tras año. No requieren mantenimiento, no desprenden hojas y se montan de manera sencilla y rápida, ofreciendo una experiencia decorativa sin complicaciones. Además, su carácter reutilizable contribuye a un consumo responsable sin renunciar a la estética navideña más refinada.