El partidazo de Aranda no encuentra premio ante Irún

Aranda de Duero

La insistencia, el coraje y el saber hacer del Villa de Aranda no encontraron premio este sábado en el Santiago Manguán ante un Bidasoa Irún que necesitó una muy buena segunda parte (y alguna ayuda colegial, todo sea dicho) para sacar del partido a un sencional cuadro ribereño, luchador, efectivo y férreo, que se quedó con la miel en los labios.

Buen inicio de Aranda sabiendo jugar la primera superioridad. Con los tantos de un gran Kiko y el gol de Rogonovs el equipo se aventajaba (4-3) a un voluntarioso Bidasoa. Asier se sumaba a la fiesta contra su equipo. Y los de Márquez no fallaban. Espectacular nivel defensivo pero también ofensivo, con buenas acciones en ataque, y Kiko a lo suyo manteniendo al conjunto en partido y por delante (9-8). Saltó a la pista Pau para sumar más argumentos. Y máxima renta con el tanto de David López (10-8). El marcador mantenía la ventaja local y el crono corría. Mozas pidió tiempo muerto buscando reacción.

Pero no había manera. Aranda estaba como un torbellino. La defensa sumaba enteros y el ataque estaba excelso. Pinillos solo metía golazos, y Dalmau el tanto para la distancia máxima (17-14). No había manera de parar a los amarillos. Poveda a la escuadra, al filo del descanso, se sumaba a la fiesta (19-16). Una barbaridad de primera parte ante un Bidasoa desubicado.

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Una segunda parte de altibajos

Tocaba mantener las agallas ante un Bidasoa que no iba a ceder. Y lo demostró desde el principio. Aportando Marcel desde puerta y con más eficacia ante un Villa de Aranda que en ningún momento se rindió. Y eso fue lo que hizo que, pese a que los irundarras llegaran a ponerse dos arriba (23-25), los de Márquez reaccionaran para volver a capitanear con el gol de Mateo Arias (27-26). Éxtasis.

Los colegiados hacen de las suyas

Los jueces no deben ser nunca protagonistas. Y la pareja de colegiados estaba pasando desapercibida este sábado pero se volvió protagonista con acciones muy rigurosas como la exclusión al propio Arias o la acción en la que golpean a Asier, queda tendido en la pista, e Irún anota un nuevo tanto que le hace irse de dos en el partido. El rasero no fue tampoco el mismo. Llegó renta de +3 y parecía que el partido estaba perdido, pero volvió a meterse de lleno el equipo local en el duelo con el gol de David López (30-31). Y tras la parada de Pau al siete metro de los vascos, Aranda tuvo hasta dos bolas consecutivas para obrar un empate que afortunadamente llegó con Rogonovs como protagonista (32-32). Y ahí, con más corazón que cabeza, se definió el partido por la precipitación local y la eficacia irundarra en el último parcial. El resultado (32-36) no muestra la igualdad vista sobre la pista y la derrota deja mal sabor de boca. Porque estuvo a punto de no serlo.