Las "interminables" guardias de 24 horas lastran al colectivo médico: "La vocación no aguanta todo"
La tercera jornada de huelga en el sector de médicos sitúa un seguimiento superior al 24 por ciento en Castilla y León

Diego Villacorta

Tercer día de huelga en el sector médico para reclamar una mejora del borrador del Estatuto Marco y que el gobierno central y, en concreto, el Ministerio de Sanidad, recapaciten.
Javier Salamanca, presidente de Atención Primaria en la CESM Castilla y León, sindicato convocante de la protesta, ha cifrado el seguimiento de la protesta entre el 80 y el 90 por ciento del total de la plantilla convocada, a pesar de los servicios mínimos, impuestos en este caso desde la Gerencia Regional de Salud y que han sido recurridos por la organización.
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Salamanca cree que esto se verá traducido en las listas de espera de aquellas actuaciones que no son prioritarias o urgentes y cree que los médicos se han visto "obligados" a desarrollar estos parones. En su manifiesto, inciden en que "una vocación no aguanta todo", en relación a esa "sobrecarga" que sufren y que lleva a muchos compañeros a estar "quemados", al tiempo que no se da "abasto con las listas de espera".
Asimismo, creen que la situación se resolverá con un esfuerzo extra de los médicos una vez esta situación concluya. "Intentaremos que cuando esto termine, con nuestro sobresfuerzo, todavía más del que ya llevamos, recuperar todo lo que se haya perdido", aseguraba el responsable autonómico de la organización.
El ejemplo de un intensivista
Entre las reivindicaciones más conocidas están las de reducir la edad de jubilación o la creación de un estatuto propio que solo se circunscriba al personal médico. Pero una de las principales quejas que atañe a todos los colectivos de edad son las guardias de 24 horas, turnos eternos que terminan mermando su capacidad de trabajo y puede terminar repercutiendo en la atención prestada.
Así lo contaba a los micrófonos de la SER uno de estos médicos que atiende la UCI en el Hospital Clínico Universitario: "nadie querría que su familiar fuese atendido por una persona que está 24 horas en el hospital y que, de ellas, tenga que aguantar 20 horas de pie". Asegura que la capacidad para atender a los pacientes se ve mermada no solo en esa jornada sino en las posteriores, porque los descansos son muy pequeños.
Esto, reconoce el facultativo, provoca situaciones de estrés y bajas laborales , con descansos que en ocasiones tienen que hacer en la mañana del día siguiente, lo que choca con su conciliación de la vida laboral y persona. Al final, terminan abandonando su especialidad y buscan una mayor calidad de vida en otros lugares. Por ello, esperan que las protestas surtan efecto y el nuevo documento recoja sus principales reivindicaciones.

Diego Villacorta
Es periodista y cubre información local y autonómica




