Donde la voz se hace escena: el viaje creativo de Carla Arauzo
Carla Arauzo
Aranda de Duero
Hay artistas que no buscan un lugar, sino que lo construyen. La arandina Carla Arauzo es una de ellas. Desde Madrid, su trayectoria avanza entre escenarios musicales y tablas teatrales, impulsada por una vocación que no entiende de límites y una necesidad constante de contar, cantar y estar presente.
Carla Arauzo no concibe el arte como una línea recta. Actriz y cantante, su camino se asemeja más a un mapa lleno de desvíos, aprendizajes y regresos. Cada proyecto, grande o pequeño, forma parte de una búsqueda personal: encontrar sentido en la creación y un espacio propio dentro de un sector tan apasionante como incierto.
En muestra conversación en la SER, Carla se muestra cercana y reflexiva al hablar de su faceta musical como vocalista de Crispy Bats, una banda emergente que ha ido consolidando su identidad a base de trabajo y honestidad creativa. El grupo se encuentra inmerso en el lanzamiento de un nuevo EP de cuatro canciones, del que ya han visto la luz dos adelantos. El primero de ellos se ha convertido en un tema destacado, una canción luminosa que transmite la energía positiva que Carla y su banda buscan compartir con quienes les escuchan.
Detrás de cada canción hay un proceso cuidado y colectivo. Crispy Bats funciona como un espacio de encuentro donde confluyen influencias distintas, estilos personales y experiencias vitales diversas. Ese diálogo constante es el que da forma a un sonido propio, reconocible y en evolución. Para Carla, la música no es solo el resultado final, sino todo lo que ocurre antes: “ensayos, conversaciones, dudas y certezas compartidas”.
Entre los temas más intensos del repertorio se encuentra “Adrenalina”, una canción que “habla de la pérdida y de la tentación de huir hacia adelante”. La letra explora esa búsqueda de evasión a través de caminos que no siempre son sanos, una sensación universal que la banda transforma en una pieza cargada de fuerza emocional. Con el tiempo, la canción ha crecido y se ha redefinido hasta convertirse en una de las más potentes del proyecto.
El directo es otro de los pilares fundamentales para Crispy Bats. La banda se prepara para presentar su trabajo en Madrid, un nuevo paso en un recorrido que ya ha dejado momentos memorables. Uno de los más significativos fue su actuación en el festival Sonorama Ribera, una experiencia que Carla recuerda con especial emoción: “Subirse a ese escenario, en un festival de referencia y además en mi propia tierra, supuso una mezcla de orgullo, una experiencia inolvidable”.
Carla subraya la importancia de festivales como Sonorama Ribera, que apuestan por dar espacio a bandas emergentes. En un contexto marcado por la dificultad económica, estas oportunidades resultan decisivas. La cantante no oculta la realidad del sector: “grabar, girar y mostrar el trabajo implica, en muchos casos, una inversión personal constante”. Aun así, la banda sigue adelante, convencida de que cada esfuerzo suma.
Paralelamente a la música, el teatro ocupa un lugar esencial en la vida de Carla Arauzo. Actualmente incorpora también el microteatro, un formato que le permite “una relación directa y casi íntima con el público”. En esa cercanía, sin artificios ni grandes distancias, la actriz encuentra “una escuela exigente y profundamente enriquecedora. Cada función es única, y cada reacción del público, inmediata”.
Mirando al futuro, Carla expresa su deseo de participar en proyectos de cine y televisión. Es consciente de que el camino es complejo y que exige constancia, audiciones y que un representante te abra puertas. Sin embargo, mantiene una mirada optimista y reivindica la importancia de disfrutar del trayecto, de aprender en cada paso y de no restar valor a ninguna experiencia artística.
Ese compromiso con la creación también se manifiesta en su participación en un certamen de teatro aficionado en Aranda, donde espera presentar dos piezas de microteatro. La colaboración con otros artistas locales es algo que valora profundamente, entendiendo el arte “como un espacio compartido y una herramienta para fortalecer la vida cultural del entorno”. Y no escatima elogios para el Certamen de Teatro Aficionado de Roa que lo ve como un escaparate para un sector muy necesitado de espacios como el raudense.
Carla Arauzo avanza sin prisa, pero sin pausa. Su historia es la de una artista que persevera, que se adapta y que cree en la potencia de la creación como forma de vida. Música y teatro se entrelazan en su camino, recordándonos que, a veces, el verdadero éxito consiste simplemente en seguir creando y habiendo aparcado su titulación de farmacéutica. Ese trayecto hacia el arte se inició en la Escuela Universitaria de Artes TAI, especializándose en Actuación Cinematográfica y desde entonces ha continuado con otros referentes. En su camino en el teatro destaca la obra “Pequeñas historias de consumo personal”, dirigida por José Manuel Carrasco, y “La sexta alumna”, de Benja de la Rosa. Participó en la serie “3 Caminos” de Amazon Prime Video, y en la película “Lo que nunca te dije, pero debería haberte dicho”. Ha representado “Skeis run”, “Massachusetts”, “Compis de zumba” y “Lara” para Microteatro por Dinero.