Los protocolos antiacoso, asignatura pendiente de las pymes de Castilla y León

Valladolid

Todas las empresas están obligadas a contar con un protocolo de prevención de acoso sexual, independientemente de su tamaño. Son documentos que recogen medidas preventivas y de sensibilización para evitar casos de acoso y también dejan claro qué protocolos hay que seguir en caso de que ocurran.

Sin embargo, de las 70.000 empresas que en Castilla y León tienen esa obligación, UGT calcula que solo el 30% cumplen. La mayoría de las que sí asumen ese compromiso son medianas y grandes, pero las pequeñas, especialmente las de menos de 20 trabajadores, no se dan por aludidas.

Victoria Zumalacárregui, secretaria de igualdad de UGT en Castilla y León, : "Hay dos problemas, los que no lo negocian y los que, negociándolo, no lo cumplen; en las pequeñas y medianas empresas tienen una sensación de que no es necesario, generalmente por una falta de perspectiva de género".

A pesar de que la inspección de trabajo no hace todo lo que debiera, de hecho desde el sindicato piden campañas específicas sobre protocolos de acoso sexual, solo en 2024 aumentaron las sanciones por no contar con protocolos en más de un 30%, con una subida de la cuantía de las multas en torno al 35%.

Formación

Una de las medidas que pone en marcha el sindicato en este contexto es la formación de sus propios delegados, que ellos tengan claro qué situaciones pueden ser consideradas acoso sexual o por razón de sexo, y que sepan cómo intervenir. Pero hay otro punto fundamental: que las mujeres sean conscientes de sus derechos: "Se ha normalizado tanto algunos comportamientos que lo damos por bueno cuando es un acoso; eso lo intentamos explicar y que las compañeras sepas que es acoso y que tiene que denunciar".

El perfil típico de las empresas incumplidoras son pequeñas y microempresas, del sector de la hostelería, el turismo, la agricultura, la sanidad privada y la construcción, con especial incidencia en los negocios familiares.

Programa Multiplica

Para evitar esta situación, para que las empresas sepan cómo elaborar esos protocolos, la Junta de Castilla y León cuenta con el programa Multiplica, en el que asesoran, conciencian y ayudan a elaborar tanto planes de igualdad como protocolos de prevención de acoso sexual o por razón de sexo.

En 2025 han atendido 105 consultas, 35 empresas han sido asesoradas en estas materias y 20 entidades están actualizando o elaborando sus planes. Victoria Casado es jefa del servicio de promoción de la Igualdad en la Dirección General de la Mujer: "Demandan formación y sensibilización al personal directivo, mandos intermedios y toda la plantilla para saber cómo actuar cuando aparece un caso, cómo gestionar; y además elaboramos guías y manuales que son útiles para esas empresas".

Reconoce que el plan de igualdad está más implantado frente a los protocolos de acoso, pero también cree que cada vez hay más interés por cumplir con esta obligación: "La implantación del plan de Igualdad está muy generalizado y es verdad que aún hay empresas sin protocolo de acoso, pero hay que recordar que es obligatorio; pero es verdad que cada vez hay más concienciación y nos demandan que se les formen y se les asesore".

Además del programa Multiplica, la Junta tiene programas con sindicatos, patronal y otras administraciones para fomentar la igualdad en el ámbito laboral.

Asignatura pendiente

Pero más allá del trabajo, la igualdad sigue siendo una asignatura pendiente en la sociedad; se ha avanzado mucho, eso es evidente, pero los últimos casos de acoso en el ámbito político nos enseñan que aún hay quien ve esto como un problema de las mujeres y no un problema social. Milagros Alario, de la Cátedra de Género de la Universidad de Valladolid: "Independientemente del color político, hay un desfase entre los planteamientos ideológicos; no hemos trasladado a lo personal las grandes ideas y postulados".

Alario pone el foco también en aquellos partidos que menosprecian la lucha por la igualdad y por el avance en los derechos de las mujeres, porque validan actitudes y hechos que socialmente hasta ahora no estaban aceptados, o al menos no tanto: "Si los mensajes del espectro político fueran de rechazo y asunción de la igualdad, avanzaríamos".