De las 76 presas de Castilla y León, 43 aún no tienen implantado un plan de emergencia
Es obligatorio desde 2021

Imagen de archivo. Embalse de La Almendra, en Salamanca | ICAL

Valladolid
Más de la mitad de las presas de Castilla y León no tienen implementado aún un plan de emergencia ya que de las 76 que lo requieren, 43 aún no lo han implantado, según los datos facilitados por la Confederación Hidrográfica del Duero a EFE a través del portal de transparencia de la Administración General del Estado.
De las 26 que son gestionadas por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), únicamente dos, ubicadas en Burgos y en Salamanca, cuentan ya con un plan de emergencias implantado, y en todas las provincias de la comunidad excepto en Zamora existe alguna presa del organismo público de cuenca sin el preceptivo plan.
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Por lo que respecta a las presas no gestionadas por ese organismo público dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, 31 de las 50 ya tienen implantado ese plan aunque aún existen diques sin él en las provincias de Ávila, León, Palencia, Salamanca, Segovia y Zamora.
La norma
La necesidad de implantación de los planes de emergencia se regula en un real decreto del 2021, que aprobó las normas técnicas de seguridad para las presas y sus embalses.
Esa normativa estableció la necesidad de que contaran con planes de emergencia tanto las grandes presas, aquellas que tienen más de quince metros de altura o más de diez una capacidad de embalsado de agua superior a un hectómetro cúbico, como algunas de las pequeñas.
En concreto, deben implementarlo las pequeñas presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto pueda ocasionar daños materiales o medioambientales importantes o o muy importantes, o afectar a un número reducido de viviendas o bien a núcleos urbanos o a servicios esenciales, según establece el Real Decreto 264/2021 de 13 de abril.
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Los planes de emergencia incluyen, entre otras medidas, un sistema de aviso a la población en caso de que se produzca una rotura o un funcionamiento incorrecto.
Evitar catástrofes
Su objetivo y el de las normas técnicas de seguridad que regula ese real decreto es el de minimizar las posibilidades de que se produzcan fallos o roturas y las consecuencias en caso de que ocurran.
De esa forma, se evitan o minimizan catástrofes como la que acabó con la vida de 144 personas en Ribadelago (Zamora) en el año 1959 por la rotura de la presa de Vega de Tera.
También la que mató a más de una treintena de personas por la rotura de la presa de Tous en Valencia en 1982; y, más recientemente, la necesidad de esos planes quedó patente por el riesgo de rotura que hubo en la presa de Forata, que no llegó a colapsar, en la dana de Valencia de finales de octubre de 2024.
Datos por provincias
De los embalses gestionados por la CHD, en cuatro presas, todas de la provincia de Salamanca, el proyecto de implantación del plan de emergencia está aún redactándose; en una de Ávila está ya redactado aunque aún no implantado; y en 19 el proyecto de implantación está en licitación, de las que seis son de León, cinco de Palencia, dos de Segovia, dos de Burgos y una de Ávila, Salamanca, Soria y Valladolid.
De las no gestionadas por la CHD, tienen implantado el plan de emergencia trece presas de Zamora, cinco de Salamanca, cuatro de León, tres de Segovia, dos de Burgos, otras dos de Palencia, una de Ávila y otra de Valladolid.
Por contra, dentro de las presas de gestión privada, aún están pendientes de implantar el proyecto del plan de emergencias seis de Ávila, seis de Segovia, dos de León, dos de Palencia, dos de Salamanca y una de Zamora, siempre según la información remitida a EFE por la CHD y el Ministerio para la Transición Ecológica a través del portal de transparencia.




