Enoduero distingue a Josefina Vila Crespo como socia de honor por su papel clave en la formación de enólogos

Ribera del Duero

La Asociación de Enólogos de la Ribera del Duero (Enoduero) ha nombrado socia de honor a Josefina Vila Crespo, profesora de Enología de la Universidad de Valladolid desde la implantación de los estudios universitarios hace 28 años, en reconocimiento a una trayectoria considerada fundamental para el desarrollo del sector vitivinícola y de las denominaciones de origen. El presidente de Enoduero, Antonio de la Fuente, subrayó durante el acto que, aunque no pertenece a una gran bodega, su labor docente ha sido decisiva para la formación de varias generaciones de profesionales. “Ella es la responsable de que muchos de nosotros estemos hoy aquí”, afirmó.

Visiblemente emocionada, Josefina Vila destacó el papel esencial del enólogo como figura clave en la bodega, al ser el máximo responsable de transformar la uva en vino. Desde su experiencia, señaló que, más allá de modas pasajeras, valora vinos con personalidad, capaces de reflejar el terruño, la variedad y la tradición de cada zona. Con esta distinción, se incorpora a un selecto grupo de socios de honor de Enoduero en el que figuran referentes históricos del sector como Peter Sisseck, Mariano García, Alejandro Fernández, Yolanda García Viadero o Tomás Postigo, entre otros. La homenajeada expresó su agradecimiento y su intención de participar activamente en la asociación, destacando la importancia de la formación continua y el compañerismo, además de la emoción que le supuso reencontrarse con antiguos alumnos.

La jornada incluyó también la tradicional gran cata de fin de año, que contó como protagonista con Bodegas Vega Sicilia y la presencia de su director técnico, Gonzalo Iturriaga de Juan. Durante la sesión se cataron cinco vinos emblemáticos del grupo, entre ellos Valbuena 5º 2021, Único 2015, Pintia y un Tokaji Aszú 5 Puttonyos de Oremus, considerado uno de los grandes vinos dulces del mundo. Iturriaga destacó el momento “muy bonito” que vive la Ribera del Duero, resaltando su diversidad estilística y la convivencia entre nuevas y antiguas generaciones, y animó a los elaboradores a ser fieles a su estilo, apostar por la exportación y comunicar el origen y la historia de sus vinos.

El director técnico de Vega Sicilia defendió el papel esencial del enólogo como intérprete de los suelos y las viñas, y auguró un futuro prometedor para la denominación. Subrayó el valor del enoturismo como herramienta para dar a conocer la zona y sus vinos y concluyó con un mensaje de confianza en la comarca: “Tenemos muchísima fe en la Ribera del Duero”.