Aguas de Burgos refuerza el control de contaminantes en la depuración
Un nuevo sistema de monitorización en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), financiado con fondos europeos, permite controlar en tiempo real la calidad del agua que trata
La Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Burgos, apuesta por la digitalización, el control avanzado y la gestión responsable del agua / Ayuntamiento Burgos
Burgos
La sociedad Aguas de Burgos ha implantado un sistema avanzado de monitorización en continuo en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), ya plenamente operativo, que permite controlar en tiempo real la calidad de los influentes -las aguas que llegan a la depuradora- y de los efluentes -el agua tratada que se devuelve al río Arlanzón-.
Este sistema supone un importante avance en la protección del medio ambiente, la eficiencia operativa y la sostenibilidad del ciclo integral del agua a través de un proyecto financiado por la Unión Europea.
El nuevo sistema incorpora sondas de medición continua tanto en la entrada como en la salida de la EDAR. Estas permiten registrar parámetros clave como pH, conductividad, turbidez, sólidos en suspensión, amonio, DQO, DBO₅ y, en el caso del efluente, también nitratos. Gracias a ello, Aguas de Burgos puede conocer al instante la carga contaminante que llega a la instalación, procedente tanto del colector general como del colector industrial del polígono de Villalonquéjar.
Según explica Juan Manuel Ayllón, responsable de Explotación de la EDAR y Control de Vertidos Industriales, “la monitorización continua nos da un conocimiento inmediato de lo que está entrando y saliendo de la depuradora. Si detectamos valores anómalos, podemos actuar rápidamente, evitar daños en el proceso biológico y asegurar que el vertido al Arlanzón cumple siempre con los parámetros establecidos”.
Este control anticipado permite, por ejemplo, derivar temporalmente aguas con contaminantes elevados hacia los tanques de tormenta, donde se almacenan de forma segura hasta que la depuradora puede tratarlas adecuadamente.
Además, cuando se identifican picos de contaminación en alguno de los colectores, se activa el protocolo de inspección de vertidos para localizar posibles incidencias en la red o infracciones por parte de industrias conectadas al sistema.
En paralelo, el análisis en continuo del efluente permite verificar de forma constante el cumplimiento de la autorización de vertido otorgada por la Confederación Hidrográfica del Duero, reforzando la transparencia y la garantía ambiental del servicio. Durante este año, la EDAR ha cumplido todos los parámetros exigidos.
La implantación de este sistema contribuye también a mejorar la colaboración con el tejido industrial de Burgos. El mayor control en los colectores permite detectar vertidos irregulares, reforzar la inspección municipal y garantizar que las empresas cumplen la ordenanza de vertidos, asegurando un funcionamiento más seguro y eficiente de la depuradora.
Con esta iniciativa, Aguas de Burgos consolida su apuesta por la digitalización, el control avanzado y la gestión responsable del agua, asegurando un servicio más eficiente, sostenible y alineado con las exigencias ambientales presentes y futuras.