Condenado a 16,5 años de cárcel por violación y maltrato a sus hijos
La sala ha apreciado en el acusado la atenuante de embriaguez · Le impone años de alejamiento de sus vástagos y 18.000 euros de indemnización

Audiencia Provincial de Palencia / Usuario

Palencia
La Audiencia Provincial ha condenado a un hombre, de nacionalidad extranjera, a una pena global de 16 años y medio de prisión como autor de un delito continuado de agresión sexual, un delito de violencia doméstica habitual, tres delitos de maltrato y otro de violencia física cometidos en el ámbito familiar, según la información que publica Diario Palentino y que firma Alberto Abascal.
El tribunal ha aplicado la atenuante de embriaguez, lo que ha supuesto una reducción sustancial de la pena solicitada inicialmente por el Ministerio Fiscal, que reclamaba más de 47 años y medio de cárcel. Además, el alto tribunal de la provincia impone años de alejamiento frente a sus hijos así como una indemnización global de 18.000 euros. La sentencia, que es recurrible en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y a la que ha tenido acceso Diario Palentino, considera probado que el acusado ejerció durante años un control absoluto, autoritario y violento sobre sus cuatro hijos, todos ellos menores de edad cuando comenzaron los hechos enjuiciados. La familia residió en distintos puntos del territorio nacional hasta establecerse finalmente en la capital palentina.
DINÁMICA DE DOMINACIÓN
Según el fallo, el acusado mantuvo una dinámica de dominación patriarcal, aislamiento social y violencia sostenida, tanto física como psicológica, hacia los menores, a quienes sometía a insultos, amenazas, agresiones y humillaciones. En varios episodios, las agresiones se produjeron de forma reiterada y prolongada en el tiempo, algunas de ellas durante horas, y en presencia de otros miembros de la unidad familiar.
El tribunal también declara probado que una de las hijas fue víctima de agresiones sexuales continuadas desde la infancia, iniciadas fuera de España y mantenidas tras la llegada al país, con una frecuencia semanal. La menor no ofrecía resistencia por el temor fundado a represalias violentas, circunstancia que ha sido valorada como especialmente relevante por la Sala. Un informe forense acredita que presenta síntomas compatibles con un trastorno de estrés postraumático.
Uno de los episodios más graves tuvo lugar a finales de marzo y comienzos de abril de 2024, cuando se produjo una escalada de violencia que motivó la intervención policial tras una llamada de auxilio. Los agentes detuvieron al acusado en el domicilio familiar y se incautaron de un arma blanca utilizada para intimidar.
Tras los hechos, la Administración autonómica declaró a los menores en situación de desamparo y asumió su tutela. El acusado permanece en prisión provisional desde abril de 2024 y tiene impuesta una orden de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a sus hijos.
La Sala concluye que el consumo abusivo de alcohol influyó en la conducta del condenado, aunque no anuló completamente sus capacidades cognitivas y volitivas en el momento de los hechos.




