La nieve "apaga" los efectos del gran incendio del Pico El Miro de Anllares en el que ya se han retirado 2.000tn de madera calcinada
El pedáneo de Anllares, Borja Martínez, confía en una repoblación que devuelva la vida a esta atalaya que se convirtió en una "antorcha" a más de 1.900m de altitud en el pasado mes de agosto


Ponferrada
"Ya empezamos a ver la luz", dice el pedáneo cuatro meses después del gran incendio que arrasó más de dos mil hectáreas de monte en esta parte del municipio de Páramo del Sil y desde la que pasó al de Peranzanes, en plena reserva de Biosfera de los Ancares.
La llegada de la nieve ha puesto un manto blanco uniforme que evita ver la tristeza del calvero en el que se ha convertido este paraje escarpado.


Según Martínez Maceda las tareas de retirada de madera dañada que dirige la Junta de Castilla y León todavía continuarán porque hay otras dos mil toneladas todavía de árboles dañados que habrá que retirar, pero el pedáneo ya ha tenido varias conversaciones con la Junta para que una vez se inicie la replantación se haga con árboles autóctonos. "Si no es así, sería un error y lo mejor sería que la Naturaleza siga su curso", añade.


De hecho el representante vecinal aplaude la iniciativa de la Fundación Oso Pardo con la que están concluyendo la replantación de 25.000 castaños de variedades autóctonas en bosquetes que sumarían unas 55 hectáreas.


La Junta también ha invertido ya 63.000 euros en la ejecución de una actuación de emergencia para garantizar el suministro de agua potable en Anllares del Sil, dentro del plan de la consejería de Medio Ambiente aprobado para compensar los efectos de los incendios.




