El último Sábado Sin Sol del año en Ponferrada pone el énfasis en la violencia de la palabra y en la necesidad las políticas de igualdad

Ponferrada

La concejala socialista Mabel Fernández, ha sido la encargada de leer el manifiesto en esta última concentración del año en Ponferrada, una manifestación que deja claro que el problema, lejos de remitir, sigue creciendo.

El manifiesto.

Otro Sábado Sin Sol, la plataforma contra las violencias machistas del Bierzo y Laciana se reúne para mostrar su enérgica repulsa ante otra víctima más de la violencia machista. Hemos registrado 96 feminicidios y otros asesinatos de mujeres en lo que va de año 2025 en España.

La violencia contra las mujeres no es un arrebato no es un conflicto privado no es un hecho aislado es el resultado de una cultura patriarcal que durante demasiado tiempo ha tolerado el control, la humillación, el abuso y el silencio, una cultura que sigue creyendo que el poder justifica comportamientos, que el cargo protege al agresor y que las mujeres deben aguantar, callar o apartarse.

Hoy denunciamos también esa violencia menos visible la que se ejerce desde la palabra, desde la insinuación, desde la posición de autoridad, la que convierte el poder en impunidad y el machismo en costumbre, la que juzga a las mujeres por su cuerpo antes que por su capacidad, y que cuando destacamos en nuestro talento o independencia nos castiga con el desprecio el descredito. Por eso queremos nombrar a Nevenka Fernández, porque su lucha marcó un antes y un después porque se atrevió a romper el silencio cuando hacerlo tenía un precio altísimo, porque fue cuestionada señalada y abandonada mientras el sistema protegía el agresor. Nevenka o el insulto. Hoy queremos recordar también a Raquel Díaz. Raquel es memoria, es justicia pendiente, y es obligación moral de no olvidar.

No aceptamos discursos que minimizan la violencia machista, que la relativizan o que la niegan, no aceptamos declaraciones que justifican al agresor ni instituciones que miran hacia otro lado. En el último pleno del Ayuntamiento de Ponferrada, asistimos a una afirmación profundamente preocupante: se votó en contra de la prórroga del plan de Igualdad con el argumento de que las mujeres ya tienen igualdad y que lo único que necesita es no tener miedo al volver a casa, pero el miedo no nace de la nada, el miedo es la consecuencia directa de la desigualdad de una cultura patriarcal que normaliza el control la violencia y la dominación sobre las mujeres. Es decir, que no hace falta igualdad, mientras se reconoce implícitamente que las mujeres viven con miedo. Es una contradicción intolerable: sin igualdad real en derechos, en oportunidades, en protección y en educación. El miedo seguirá siendo parte de la vida cotidiana en demasiadas mujeres. Negar las políticas de igualdad no elimina el problema lo perpetúa, por eso exigimos políticas públicas valientes recursos suficientes prevención real y una educación en igualdad que empiece desde la infancia.