La actualidad con Antonio Miguel Niño: El Pleno de la RPT entre la decepción y el malestar por el desprecio a los Servicios Sociales
El análisis de la semana con Antonio Miguel Niño en la SER
Auténtico y genuino Antonio Miguel Niño, 26 diciembre 2025
Aranda de Duero
La actualidad municipal de Aranda de Duero fue objeto de un intenso análisis en los micrófonos de la Cadena SER, en una conversación marcada por la decepción y la crítica hacia la gestión del Ayuntamiento, especialmente tras la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en el Pleno del pasado 23 de diciembre.
Se puso el acento en el profundo malestar generado entre el personal de los servicios sociales municipales, que se sintió ignorado y menospreciado durante el proceso. En una reunión mantenida con responsables municipales, se les trasladó que su labor no era esencial y que sus salarios eran financiados por la Junta de Castilla y León, afirmaciones que provocaron una fuerte indignación entre los trabajadores. Una situación que fue calificada como especialmente hiriente, “teniendo en cuenta el papel fundamental que han desempeñado los servicios sociales, sobre todo durante la pandemia” ha explicado Niño.
Durante el debate también se subrayó la falta de claridad sobre las consecuencias reales de la RPT aprobada, ya que su aplicación “queda condicionada a la negociación de un nuevo convenio de personal y a la publicación efectiva de la plantilla en el presupuesto municipal”. Además, se advirtió de que muchas de las plazas incluidas en la RPT no cuentan con dotación presupuestaria, lo que genera serias dudas sobre su viabilidad.
Uno de los aspectos más criticados fue la contradicción entre el discurso político y la práctica presupuestaria. Antonio Miguel Niño dijo que “pese a insistir durante toda la legislatura en la falta de personal, el Ayuntamiento no convoca las plazas necesarias y que cuentan con dotación presupuestaria, lo que provoca que año tras año sobre dinero en los presupuestos municipales sin destinarse a reforzar los servicios”
En este contexto, Antonio Miguel Niño expresó su desencanto con la situación municipal: «En el Ayuntamiento de Aranda de Duero ya no me sorprende absolutamente nada porque ya estoy curado de espanto. No me sorprende nada; bueno, realmente sí que me decepciona, pero no me sorprende nada».
El análisis se detuvo especialmente en el conflicto de los servicios sociales, uno de los principales focos de tensión en la elaboración de la RPT. Niño cuestionó las cifras ofrecidas por el equipo de gobierno sobre la financiación autonómica: «Hablaban de un coste de personal de más de dos millones de euros y de una aportación de la Junta de poco más de un millón. A mí eso no me cuadra. Los servicios sociales municipales tienen una parte de competencia propia del Ayuntamiento y otra de servicios delegados de la Junta, pero no me cuadra que el Ayuntamiento asuma el doble de lo que aporta la Junta en lo que es competencia de la Junta».
La conversación se endureció al abordar las desigualdades retributivas entre distintos puestos de trabajo, con compensaciones muy dispares que están generando tensiones internas. Se criticó que la RPT se hubiera elaborado sin criterios objetivos claros y sin atender a las necesidades reales del Ayuntamiento.
También se denunció la falta de transparencia en todo el proceso, con modificaciones y decisiones que, según se señaló, no fueron comunicadas de manera adecuada ni a los concejales ni a la ciudadanía. Llamó especialmente la atención que, pese a las críticas generalizadas, la RPT saliera adelante con votos favorables incluso de quienes habían mostrado un rechazo frontal. Antonio Miguel Niño destacó la incoherencia política que rodeó la votación: «Es llamativo que esta RPT, que todo el mundo habló en contra, los más duros votaron a favor, incluso la concejala de Personal habló de modificarla cuando se acaba de aprobar. No tiene sentido y no es coherente. Y quienes votaron a favor o en abstención seguramente lo hicieron condicionados por sentirse presionados».
A lo largo del programa se evidenció un clima de frustración ante la falta de respuesta del equipo de gobierno a mociones de otros grupos políticos que reclamaban la equiparación salarial y la mejora de las condiciones laborales del personal municipal. Asimismo, se plantearon dudas sobre posibles incompatibilidades y conflictos de intereses en la toma de decisiones.
El programa concluyó con un llamamiento a la reflexión y a la responsabilidad política, poniendo el foco en los retos que afrontará el Ayuntamiento en los próximos años. El cierre fue también un deseo simbólico: “que 2026 traiga paz, tanto a nivel global como en todos los ámbitos de la vida pública y privada”.