Antonio Adeliño: de Guardia Civil en zona conflictiva a ser la voz reivindicativa de Santa Catalina
Conocemos la vida y obra del presidente de la asociación vecinal, con un pasado marcado por su etapa en la benemérita en una zona marcada por el terrorismo
Viaje por la Memoria - Antonio Adeliño
Aranda de Duero
Hace ya unos cuantos años que el acceso al trabajo y a la labor de funcionariado obligaba al recorrido incierto por distintas regiones y provincial del territorio nacional. Era un turismo obligado y necesario para acumular experiencia y antigüedad que posibilitaran el regreso a las cercanías de la familia y los orígenes. Las transferencias de determinados servicios a las regiones y comunidades autónomas hizo que ese peregrinaje profesional se circunscribiese a un territorio más cercano o más concreto.
Volver a donde habían quedado padres y abuelos era un deseo compartido por la mayoría de aquellos a quienes el trabajo, las oposiciones y los traslados había llevado de acá para allá. Regresar a los orígenes, a los recuerdos de era y trilla, de yuntas y ubios, de solano y regañón, de mielgas y majanos, de vega y páramo, de bajero y cierzo, de pueblo y terruño era un objetivo primordial. Y cuando se vuelve a casa, como en el caso de nuestro compañero de viaje de hoy, es tanta la añoranza y el deseo acumulado que uno se entrega a aquello que se quiso y no se pudo entonces y se investiga, se comparte, se ayuda, se representa la os demás, se dedica uno a ensalzar y defender las peculiaridades de su pueblo y sus gentes. Así lo descubriremos ahora en la memoria de ANTONIO ADELIÑO VÉLEZ.
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El primer paso, el campo
Tras esta introducción de Ausen Frutos, saludamos a una viva voz del asociacionismo en Aranda. Alguien que encarna la lucha y la preocupación del barrio más populoso de la ciudad. Aunque sus orígenes están en Villatuelda. "Anduvimos en la trilla, en las tareas propias de la época, donde los niños también participábamos. Era esa economía de de subsistencia donde todo el mundo colaboraba, era bonita, y ahora lo ves también con con ojos de de añoranza; nadie ponía reparos a que un niño trabajara con 6 años o fuera con un saco de paja que le traías a la cuadra de los machos, hoy no se comprende aquella época", recuerda con cariño, dado que sus padres eran labradores. De los cinco hermanos, él es el pequeño, pero a pesar de su corta edad ya recibía responsabilidades sobre el campo.
Adeliño, bien rodeado en su juventud / imagen facilitada
De los frailes a la Guardia Civil
Su siguiente paso fue los frailes, en La Horra. Allí siente que se estaba "un poco oprimido". Quizá por eso cuando en su juventud llegó la etapa de transición, sintió esa libertad, en frente del miedo de los mayores que venían de etapas muy dolorosas. En esa momento, Adeliño estudió Magisterio, pero decidió dejarlo para dedicarse a lo que se ha dedicado siempre. "Suspendí dos asignaturas y me di cuenta que no era mi camino. Me incorporé a la academia de la Guardia Civil en Úbeda, después de la mili. Lo de la Guardia Civil no era vocación especial, pero era una salida laboral. Tras la academia vine a Oña, hice adiestramiento de montaña en Candanchú, y después me destinaron a Potes", señala, explicando que después de pasar al País Vasco, finalmente su destino fue Burguete, en tierras navarras, pero prácticamente en la frontera. Una zona peligrosa, marcada por la amenaza del terrorismo, y una vida en cuartel que se sobrellevaba bien por su semejanza a la etapa en los frailes.
Adeliño, en su etapa de formación en montaña / imagen facilitada
"No podías tender la ropa de Guardia Civil en la ventana; al día siguiente te ponían una bomba en la puerta"
Esa etapa fue de mucho aprendizaje, donde también había que cuidarse del terrorismo. "Lo que pasa es que uno cuando es joven no ve los peligros, yo lo que sí que veía en casa es el temor que había a un atentado, pero nosotros no lo teníamos, simplemente porque éramos jóvenes", explica, si bien reconoce que "había un problema tremendo, si no tenías vivienda en el cuartel, no podías ni tender la ropa de guardia en la en la ventana porque al día siguiente te ponían una bomba en la puerta".
Voz reivindicativa
Y en tiempos donde quizá lo común es ponerse de perfil, Antonio decidió tirar por el liderazgo y la reivindicación. Su vida es presencia en la Asociación de Vecinos de Santa Catalina -organismo que preside-, la Cofradía de la Virgen de las Viñas o el Club de Tiro Alcotanes. Cataloga de "fría" la relación con el Ayuntamiento, "porque ahora se hace todo por internet y entonces no hay el el cara a cara como antes", añorando tiempos anteriores.
Adeliño es muy activo en Santa Catalina / imagen facilitada
Adeliño, que también ha escrito un libro sobre su pueblo y que tiene predilección por el lenguaje, reconoce no ser envidioso, respeta el matrimonio, pero vive feliz dentro de su autonomía, y mantiene esa fortaleza de ser el representante de un colectivo vecinal, para el que día a día solo busca lo mejor. Siempre fue inquieto. Siempre buscó lo mejor. Y por ello, lo sigue haciendo.
Este Viaje por la Memoria de Antonio Adeliño, junto a Ausen Frutos y Valentín García, puede reproducirse al completo en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo de la SER. Aprendiendo y ejerciendo la profesión más bonita del mundo en el lugar que me vio nacer y crecer.