Menos pacientes con COVID persistente con ómicron

La menor agresividad de las subvariantes de COVID y las vacunas han comportado una reducción del nombre de personas que, tres meses después de curarse de la infección (ya dando negativo), todavía tienen uno o más síntomas, como dolor de cabeza, fatiga, dolores musculares o trastornos de memoria, entre otros.

Este descenso no está cuantificado, pero a pie de consulta es muy evidente. "Con las nuevas variantes y las vacunas vemos muchos menos. No tenemos el porcentaje exacto, pero la sensación es que durante un año hemos tenido que abrir una consulta específica para atender estos pacientes y que ahora casi ya no te demanda", ha explicado a SER Catalunya Patrícia Pou, neuróloga y responsable de la Unidad de Cefaleas del Hospital Vall de Hebrón de Barcelona. "Los pacientes que estamos tratando vienen de las primeras oleadas y de la variante Delta, del verano del año pasado. De las diferentes subvariantes de ómicron, dominantes en Cataluña desde enero, ya prácticamente no estamos recibiendo enfermos nuevos", añade.

No hay un registro de afectados

Los especialistas que trabajan con estos pacientes piden que se elabore un registro riguroso para conocer el impacto real de la COVID persistente porque ahora mismo no se sabe cuántos afectados hay en Cataluña. Los profesionales sanitarios estiman que son unas 300.000 personas, pero esta cifra es esto, una estimación.

"A las unidades de los hospitales no llegan todas las personas con COVID persistente, solo las que tienen secuelas más graves o de mayor duración en el tiempo. Pero hay centenares de afectados que no reciben atención porque no están diagnosticados o porque ni siquiera han ido al médico", dice Lourdes Mateu, médica y coordinadora de la Unidad de COVID persistente del hospital Germans Trias de Badalona (Can Ruti). "Lo primero que hacer falta hacer es un censo con todos los casos, y lo tiene que hacer la Atención Primaria, que es la puerta de entrada de los pacientes al sistema. Por lo tanto, todos pasan".

Ensayo clínico en Can Ruti

El Hospital Germans Trias empezará después del verano el primer ensayo clínico que es hace en Cataluña sobre el síndrome de la COVID persistente. Será un estudio con unos cincuenta pacientes del centro. "Haremos plasmaféresis, que es una limpieza del plasma. Dentro de las teorías sobre las causas de la larga durada de la COVID hay la persistencia del virus, autoinmunidad y la inflamación persistente. Lo que haremos nosotros es limpiar el plasma de sustancias inflamatorias", avanza la doctora Mateu.

Será un ensayo del tipo que se denomina "a doble ciego", que quiere decir que una parte de los enfermos recibirán el tratamiento (esta limpieza del plasma) y la otra parte no, a pesar de que los médicos simularan que sí. Esta es la manera de poder comparar la efectividad de una terapia.

Mateu pide a las administraciones que destinen dinero público a la revuelta sobre el COVID persistente, como han hecho en la fase aguda de la pandemia.