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La segunda muerte de Camarón: la escultura del cantaor acaba en el vertedero de Badalona

Los varios gobiernos municipales no han conseguido formalizar un contrato con la artista cuatro años después de hacerle el encargo que se tenía que colocar en la plaza de Sant Roc

La escultura de Camarón en mal estado / SER Catalunya

La escultura de Camarón de la Isla que tenía que ubicarse en la plaza de Sant Roc de Badalona finalmente ha acabado en el vertedero de la ciudad. Después de un periplo de cuatro años, el ayuntamiento y la artista no han conseguido formalizar un contrato que permitiera acabar la pieza para homenajear al cantaor que murió en la ciudad hace 30 años, el 2 de julio del 1992.

Todo empezó en 2018 cuando el gobierno de Guanyem Badalona, con Dolors Sabater como alcaldesa, encarga el proyecto a la artista badalonesa Susana Ruiz Blanch -que también modeló el famoso mono de bronce de Anís del Mono que preside el puente del Petroli- i lo hace sin contrato, solo de palabra.

La artista empieza a estudiar el personaje y con la llegada del socialista Alex Pastor al gobierno municipal tras una moción de censura, el nuevo consistorio le pide que continúe trabajando en el proyecto, financiando por ella, con la idea de formalizar el contrato inmediatamente. Ella hace un voto de confianza y construye la estatua a medida real en barro y hace el molde para poder reproducirla después en el material final, resina, cobre o bronce. En declaraciones a la SER Ruiz Blanch explica que este trabajó le implico "alquilar un taller más grande, comprar los materiales, subcontratar un ayudante" y todo le hizo perder "casi 7.000 euros y más de 5 meses de trabajo sin cobrar."

Molde de la estatua de Camarón hecho en barro a medida real

Molde de la estatua de Camarón hecho en barro a medida real / SER Catalunya

Molde de la estatua de Camarón hecho en barro a medida real

Molde de la estatua de Camarón hecho en barro a medida real / SER Catalunya

La artista explica que todos los gobiernos municipales desde 2018 (que han estado cuatro) se han interesado por el proyecto pero ninguno lo ha tirado adelante. Fuentes municipales reconocen a la SER que el escollo se halla en las dudas legales sobre si hacía falta un concurso público para adjudicar el contrato. La concejal de Cultura actual, Ana María Lara, asegura que han hecho lo posible para reactivar el proyecto que tenía que costar al consistorio unos 60.000 euros finalmente: "Me sabe mal por todo el esfuerzo de Susana". De hecho Ruiz Blanch destaca el esfuerzo de Lara, con quien asegura tener una buena relación: "Ella lo ha intentado, pero se le ha muerto el proyecto en las manos porque el molde ha caducado."

Esta ha sido la gota que ha colmado el vaso hace unas semanas. Ruiz Blanch descubrió el mal estado del molde cuando la fundición de Girona donde tenia depositada la estatua de barro durante casi cuatro años le comunicó que cerraba. Ruiz Blanch recuperó la pieza y el molde de silicona y una vez revisados en su taller de Badalona sentenció que no había nada que hacer: se había desperdiciado después de tantos años de espera.

Ella lo recuerda emocionada: "Abrí el molde con el barro dentro, que es la manera de preservarlo. Pero el barro se ha contraído y la silicona ha cogido mala forma." Y añade: "Si hubiera tenido contrato, en su momento hubiera abierto el molde y hubiera hecho un positivo para guardar la obra." Por qué no lo hizo? "Porque la dinámica era que cada pocos meses el gobierno le aseguraba que "ahora sí que sí", pero el contrato nunca llegó.

El barro de la estatua desperdiciado después de cuatro años depositado en una fundición de Girona

El barro de la estatua desperdiciado después de cuatro años depositado en una fundición de Girona / SER Catalunya

El barro de la estatua desperdiciado después de cuatro años depositado en una fundición de Girona

El barro de la estatua desperdiciado después de cuatro años depositado en una fundición de Girona / SER Catalunya

El resultado es que después de tanto tiempo Ruiz Blanch no se ve capaz de trasladarlo a otra fundición: "Si se hubiera podido hacer en esta fundición tal vez lo hubiéramos salvado", intuye. Pero el mal estado de la escultura de barro no lo ha permitido. El último contacto con el molde hace solo unas semanas cuando ella misma lo lanzó al vertedero de Badalona: "No tengo el molde, ni Camarón, ni dinero. Me he sentido completamente menospreciada". Por ahora, José Monje Cruz, nacido en San Fernando, no tendrá escultura en la ciudad donde vivió los últimos meses de su vida para tratarse de un cáncer en el Hospital Trias i Pujol.

Una pieza en disputa entre Badalona y Madrid

Durante el mandato de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid también se interesó por esta pieza porque no hay ningún espacio en la ciudad que recuerde a Camarón. De hecho Ruiz Blanch viajó a Madrid para ver el espacio donde querían colocar su escultura pero la proximidad de las elecciones aturó el proyecto que ya no se pudo retomar porque Carmena no revalidó la alcaldía.

Así debería ser la escultura

Así debería ser la escultura / SER Catalunya

Así debería ser la escultura

Así debería ser la escultura / SER Catalunya