Renfe envía un comunicado lleno de grafitis para denunciar los efectos de las pintadas en los trenes
El año pasado este tipo de vandalismo generó un coste de 25 millones de euros, además de la incomodidad de viajar con ventanas tapadas por la pintura
Barcelona
Renfe ha denunciado los efectos de los grafitis en los trenes y lo ha hecho en un comunicado prácticamente ilegible, lleno de pintadas como las que podemos ver en los convoyes. El equipo de comunicación ha optado por esta fórmula creativa por transmitir el efecto que provoca este tipo de vandalismo en los pasajeros que viajan en vagones sin poder ver el paisaje. Pero más allá de la incomodidad, la lucha contra estas acciones y la limpieza de los dibujos costó el pasado año más de 25 millones de euros en toda España.
Una pintada en un tren no es solo un elemento que ensucia y no deja ver el paisaje. Según dónde se haya hecho, puede obligar a sacar de circulación el convoy porque impide la visibilidad del maquinista o tapa elementos importantes de los vagones. Además, Renfe realiza una inversión millonaria año tras año en seguridad para prevenir las intrusiones en sus instalaciones y para borrar las pintadas. Según esta empresa, en 2022, se invirtieron 25,2 millones de euros, 69.000 euros diarios, en esta labor.
Renfe denunció el pasado año pasado más de 3.559 intrusiones de grafiteros en sus instalaciones, prácticamente 10 cada día de media. El comunicado de la empresa explica que personal de seguridad detuvo a 33 grafiteros y que los cuerpos de seguridad pusieron a disposición judicial a 150.
Según cálculos de Renfe, durante el 2022 se pintaron cerca de 80.000 metros cuadrados de superficie de trenes y se emplearon 10.500 horas de trabajo en la limpieza de los vagones.