Claves de las elecciones municipales en Cataluña: primeros comicios tras el divorcio Junts-ERC y un PSC que aspira a ser la fuerza más votada
Las votaciones municipales serán también un ensayo de las elecciones generales
Plano de una urna en uno de los colegios electorales de Tarragona el 26 de mayo del 2019 / Mar Rovira
Barcelona
Aunque en las elecciones de este 28 de mayo se disputan las alcaldías de los 947 municipios de Cataluña, los resultados que se den tendrán también repercusión en la política catalana y española. Son las primeras votaciones tras el divorcio entre Esquerra Republicana y Junts per Calalunya y, al mismo tiempo, un ensayo general para las elecciones españolas de finales de año. Los socialistas aspiran a consolidar su crecimiento en Cataluña y que esto les ayude a mantenerse en la Moncloa.
De hecho, el PSC confía en el efecto positivo de estar gobernando en España, y en la división que vive el independentismo, para convertirse en la fuerza más votada en las municipales, igual que en las últimas elecciones en el Parlamento. En esta convocatoria, las encuestas sitúan a los socialistas con muchas opciones de recuperar las alcaldías de Barcelona, Lleida y Tarragona. Todo apunta también a que mantendrán las principales alcaldías del área metropolitana, pero podrían perder a Badalona. En este municipio, los sondeos acercan al PP a la mayoría absoluta, con un candidato, Xavier Garcia-Albiol, al que el Partido Popular ha decidido mantener, pese a estar imputado por prevaricación. El PP centrará esfuerzos en Badalona y también en Castelldefels, donde tradicionalmente han obtenido buenos resultados.
Los partidos independentistas calibrarán por primera vez las consecuencias de su ruptura interna. Esquerra Republicana, fue la fuerza con más votos en las últimas municipales y ganó las elecciones en Barcelona, aunque no gobierna en la capital catalana porque no encontró los apoyos necesarios. Habrá que ver qué ocurre después de su ruptura con Junts y de la puesta de los republicanos por el diálogo con el gobierno español. ERC aspira hacer frente al PSC en el área metropolitana. Por eso ha presentado como alcaldable a Gabriel Rufián en Santa Coloma de Gramenet, donde gobierna el PSC con mayoría absoluta.
Habrá que ver qué ocurre con Junts per Catalunya, en plena crisis interna del partido y con la incógnita del futuro de la presidenta, Laura Borràs. Las encuestas dicen que, con Xavier Trias, tiene posibilidades de recuperar Barcelona, pero también podría perder la única capital de provincia que actualmente controla: Girona. El resultado de Xavier Trias en Barcelona sería un bálsamo para la crisis interna que vive JxCat. A diferencia de lo que ocurrió en el 2019, los independentistas no han puesto ninguna línea roja para llegar a acuerdos con el PSC en los ayuntamientos.
Los Comunes, por su parte, necesitan no perder peso en Barcelona para impulsar a Yolanda Díaz de cara a las generales, mientras que, para Ciudadanos, estos comicios son casi la última opción para sobrevivir.
La batalla de Barcelona
Para los cuatro candidatos con mayores posibilidades de ser alcalde de Barcelona la campaña es la última oportunidad para ponerse primeros. Ada Colau busca un tercer y último mandato como alcaldesa para consolidar las transformaciones puestas en marcha, como la Supermanzana Barcelona. Un legado del que intenta distanciarse el socialista, Jaume Collboni, que buscará la victoria con una campaña repleta de visitas de ministros y que cerrará acompañado de Pedro Sánchez. Y es que los socialistas tienen ahora una posibilidad real de recuperar esa plaza, lo que supondría también un impulso para PSOE en las Elecciones Generales. La última encuesta del CIS da la victoria a Colau, seguida muy de cerca por Collboni.
Las encuestas no sonríen tanto a Esquerra, que tiene complicado revalidar la victoria del 2019. Entonces, el empate a 10 concejales con Colau le cerró el paso a la alcaldía porque los Comunes lograron el apoyo de los socialistas y los votos de la formación de Manuel Valls para ser investida alcaldesa. En el caso de Xavier Trias, ha sido Junts quien lo ha ido a buscar cuatro años después de dejar el Ayuntamiento para volver a estar en los primeros puestos de la carrera. Pese a esconder las siglas del partido, Trias confía en una retahíla de exconsejeros y en la apelación al voto anti Colau para revalidar el cargo que ya asumió en el 2011.
En cuanto a la derecha, llega muy fragmentada y la última encuesta del CIS sólo da concejales al PP , dejando fuera del Ayuntamiento a Vox, Valents y Ciudadanos.
La gran incógnita en Girona
La gran incógnita en las municipales de Girona es ver si la exconsejera Gemma Geis, que sustituye a Marta Madrenas como alcaldable de Junts, revalida los resultados del 2019. Entonces ganó las elecciones, aunque ha pasado un mandato gobernante en minoría.
Los dos rivales con más opciones de arrebatarle la alcaldía son Guanyem -con Lluc Salellas al frente- y el PSC, con Sílvia Paneque. Ambos han estado en los últimos 4 años en la oposición y hasta ahora han dejado siempre la puerta abierta a pactar entre ellos, en función de los resultados.
El cuarto elemento a tener en cuenta es Esquerra Republicana, que ha gobernado con Junts este último mandato desde una discreta posición en el ayuntamiento de Girona. Y por último, en cuanto a aritmética, está por ver qué pasa con los dos concejales que sacó a Ciudadanos en las últimas elecciones, y si las horas bajas de este partido permiten de nuevo al PP entrar en el ayuntamiento o si los votos se reparten. Todo quedará sometido a las negociaciones posteriores al 28M.
El margen fue mínimo en Lleida
En Lleida, la alcaldía se disputará entre ERC y el PSC. 81 votos separaron ambas listas en las últimas municipales, prácticamente un empate técnico que les dio 7 concejales a cada uno, de los 27 en disputa.
Republicanos y socialistas mantienen un cuerpo a cuerpo, en esa pugna. El republicano, Miquel Pueyo, quiere revalidar la victoria de hace cuatro años que sirvió para romper la hegemonía de cerca de cuatro décadas del PSC. Las votaciones se producirán con unos Ciudadanos desmembrados , y con episodios de transfuguismo. La cuestión será si ese cambio, que se produjo en 2019, después de 40 años de gobierno del PSC, ha satisfecho o no las expectativas
La tercera fuerza dentro del consistorio, Junts, encabezada por el actual primer teniente de alcalde, Toni Postius, socio de gobierno, para quienes serán sus terceros comicios, aspira a mantenerse en el gobierno. Un gobierno de Esquerra i Junts, que la mitad del mandato fue tripartito con el Comú, al que echaron por discrepancias y tensiones.
Pugna entre el PSC y ERC en Tarragona
En Tarragona, Esquerra opta a revalidar la alcaldía después de un primer mandato con Pau Ricomà como alcalde, gobernando en minoría y con diferentes socios a lo largo de los cuatro años. El PSC, que obtuvo 700 votos más que Ricomà, pero no los apoyos para ser alcalde, intentará recuperar la alcaldía con Rubén Viñuales, sustituto de Ballesteros y proveniente de las filas de Ciutadans (en 2019 fue el cabeza de lista de esta formación). Junts recupera a un ex concejal de la década de los 2000, Jordi Sendra, una estrategia que también ha utilizado el PP con Maria Mercè Martorell, quien también en esa época llegó a romper el carnet.
Ciudadanos intentará mantener presencia con una nueva candidata después de que se hayan marchado escalonadamente durante el mandato casi todos los concejales. La CUP y los comunes también estrenan cabezas de lista.
En Reus, el actual alcalde Carles Pellicer no repite y Junts intentará retener la alcaldía con Teresa Pallarès, que se disputará el cargo con la republicana Noemí Llauradó, actual presidenta de la Diputación, y con la nueva candidata del PSC Sandra Guaita.